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La obra es tan vigente como cuando se estrenó en 1978, afirma Octavio Michel

“Zoot Suit evidencia la falta de respeto al tono de piel, a la nacionalidad”

El director residente de la Compañía Nacional de Teatro repuso la pieza, de Luis Valdez, en el Jiménez Rueda

El autor es un ser impresionante, de un amor hacia su mexicanidad, comentó

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Ensayo de la pieza teatralFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de marzo de 2013, p. 8

La temática social de la obra de teatro Zoot Suit, de Luis Valdez, es tan vigente hoy día como cuando se estrenó en 1978 en Los Ángeles, California, expresa Octavio Michel, director residente de la Compañía Nacional de Teatro, que repuso la pieza en el teatro Jiménez Rueda, avenida de la República 54, colonia Tabacalera, donde hace una temporada hasta el 21 de abril, con funciones en Semana Santa.

La vigencia, apunta Michel, está en el discurso que, más allá de la vida de los pachucos y esa historia que nos cuenta Valdez, habla directamente de humano a humano. Refleja, o trata de evidenciar, estas faltas de respeto hacia el ser humano mismo, al trasgredir una serie de valores, ya sea en este caso, la nacionalidad, el tono de la piel, el estrato social, el ser mexicano-estadunidense que, a final de cuentas, sí es una comunidad muy particular porque tiene ambas nacionalidades.

Para escribir Zoot Suit, Valdez (Delano, California, 1940) se inspiró en la noticia de un asesinato cometido en Sleepy Lagoon en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, que condujo a la injusta condena de 12 jóvenes pachucos, lo que originó violentos enfrentamientos entre grupos de jóvenes mexicano-estadunidenses y soldados.

Michel participó como actor en el estreno de Zoot Suit en español hace tres años, en el teatro Juan Ruiz de Alarcón de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ahora la dirige. Pero, precisamente debido a esa discusión respecto de los derechos que tiene uno por ser humano, juzga complejo su entramado, porque uno se enfrenta a una serie de personajes que discuten y piden respeto a su nacionalidad, aunque iría más allá de eso: su humanidad.

Valdez, hijo de trabajadores agrícolas migrantes, quien empezó a trabajar en los campos a los seis años, creador de El Teatro Campesino, entendía muy bien esa petición de respeto, porque es mexicano-estadunidense de tercera generación nacido en Estados Unidos, comunidad que tiene mucho más arraigado los valores de nuestra historia, del folclor, de lo prehispánico, de nuestras culturas, del origen como mexicanos, incluso, más que muchos de los que nacimos aquí, agrega el entrevistado.

Como en realidad sucedió

El presente montaje constituyó “la primera vez que Zoot Suit se presentaba al mundo en español y justo era lo contrario”. Si en la versión original era hablar en inglés con mexicanismos, aquí es justo al revés, como en realidad lo vivieron. El día del estreno en la UNAM vino la familia de Valdez. Michel platicó con una de sus hermanas, quien, “con lágrimas en los ojos decía: ‘es que después de tantos años por fin vemos la obra como en realidad siempre la pensó Luis, con las personas hablando en español, con palabras en inglés y pequeños acentos’”.

–¿Cómo fue su experiencia de trabajar con Luis Valdez en ese primer montaje?

–Es un ser humano impresionante; de una luz, un brillo, un amor hacia el teatro, hacia las personas, hacia su mexicanidad, hacia el universo. Porque también él trabaja mucho a partir de las cuestiones del espiral, de los aztecas, entonces, era una conexión muy particular y distinta la concepción actoral. Venía justo al revés de lo que siempre nos han enseñado en México, que lo formal es lo último, lo de afuera. Empezaba a trabajar a partir de la máscara corporal, vocal, y empezaba a interiorizar. De allí afuera a meterte al mundo interno del personaje; entonces, fue una experiencia muy grata.

La presente reposición de Zoot Suit respeta la idea original de la obra, aunque Michel señala que al haber nuevos actores –el reparto incluye muchos que estuvieron en el primer montaje– son nuevas personas y hay que meterlos al mundo de Valdez. Van a ver el mismo montaje, con unos corazones nuevos.