El ex dictador comparece sin abogado y el tribunal le asigna uno de la Defensoría Pública
Jueves 21 de marzo de 2013, p. 26
Guatemala, 20 de marzo.
Diez testigos que declararon en el segundo día del juicio contra el ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt por el delito de genocidio, coincidieron hoy en sus relatos en que el ejército llegó a sus comunidades para ejecutar hombres, mujeres, niños y ancianos e incendiar viviendas.
Así lo narraron los ancianos Diego Ceto y Jacinto Brito, al señalar que en 1982 los militares mataron a los habitantes de las aldeas tras acusarlos de colaborar con guerrilleros, y sólo algunos hombres consiguieron escapar.
Los testigos son originarios del área maya Ixil, en el norte del departamento de Quiché donde, de acuerdo con el ministerio público, durante el mandato de facto de Ríos Montt, entre 1982 y 1983, ocurrieron al menos 15 matanzas con mil 771 víctimas civiles.
Mataron a mi mamá, mi hermano y un cuñado. Quemaron las casas. A las 7 de la mañana llegaron
, dijo Tomás Chávez Brito, de 45 años, al recordar un episodio de la tragedia ocurrida en noviembre de 1982 en Nebaj, Quiché. Pedro Brito Brito relató que el día 20 de ese mes huyó tras la llegada de los soldados, que atacaron a su madre y cuatro hermanos.
Diego Santiago, de 83 años, describió otro episodio de abril de 1983 ocurrido cerca de la misma localidad. Nos fuimos a esconder en la montaña. Logré escapar de las personas que mataron a mi esposa. Quemaron las casas
. Agregó que el ejército también asesinó a su hijo de 17 años.
El ex dictador enfrenta desde el martes un juicio considerado histórico
por grupos humanitarios por cargos de genocidio y crimenes de lesa humanidad contra los habitantes del área Ixil. El ex general es acusado de autor intelectual
por la línea de mando dentro del ejército del cual era comandante supremo.
Los fiscales alegan que Ríos Montt fue omiso mientras los soldados torturaban y avasallaban pueblos, pero la defensa de Ríos Montt alega que él no tenía el control de las operaciones de campo, por lo que no es responsable del delito de genocidio.
Es imposible en este momento probar que en Guatemala hubo genocidio y así lo vamos a probar. El peritaje (nuestro) se va a basar sobre la cadena de mando porque es prácticamente la prueba matriz por la cual el ministerio público hace indicación pero de forma errónea
, dijo el abogado defensor Marco Antonio Cornejo.
Durante el mandato de Ríos Montt, el conflicto armado de Guatemala (1960 a 1996), registró su etapa más cruel y sangrienta pues el ejército incrementó su política de tierra arrasada
como parte de su estrategia de lucha contrainsurgente. Esta política comenzó a practicarse desde 1979, durante el régimen militar del derrocado presidente Romeo Lucas (1978-82).
Ríos Montt compareció hoy sin abogado, por lo cual el tribunal A de mayor riesgo, ofreció un profesional de la Defensoría Pública Penal, y aunque el acusado lo aceptó, pidió tiempo para conseguir a un defensor de su confianza, que arribó dos horas después. Se trata del jurista Marco Antonio Cornejo, quien antes formaba parte del equipo de abogados que fue sustituido el martes por el propio ex general.
Entonces la defensa del ex dictador la asumió Francisco García, quien a su vez fue expulsado por la presidenta del tribunal, Jazmín Barrios por interponer una recusación contra la magistrada al alegar una enemistad entre ella y él.
El tribunal admitió como pruebas 142 declaraciones de sobrevivientes contra Ríos Montt y 84 contra el jefe de Inteligencia Militar, el también ex general José Mauricio Rodríguez, así como 61 peritajes militares, antropológicos, forenses y sicosociales presentados por el ministerio público.
Ríos Montt permanece bajo arresto domiciliario desde enero de 2012, mientras Rodríguez, detenido en 2011, está internado en el hospital militar por problemas de salud.
Para Amnistía Internacional, el juicio contra Ríos Montt y José Rodríguez supone una oportunidad largamente esperada para que las víctimas de crímenes de lesa la humanidad en las comunidades mayas de Guatemala obtengan justicia.