Villahermosa, Tabs, 19 de marzo.

Pérdida de biodiversidad, conservación de los manglares, cambio de uso de suelo y el empleo de organismos genéticamente modificados, entre otros temas, forman parte de una radiografía de la ecología en el país, señaló Jorge López Portillo, presidente de la Sociedad Científica Mexicana de Ecología.

Destacó que hace 30 años había alrededor de tres ecólogos, pero actualmente la cantidad de problemas ambientales ha sido un factor que ha repercutido en el aumento de investigadores en el tema.

En el Cuarto Congreso Mexicano de Ecología, que se realiza en esta ciudad, participan alrededor de mil 500 personas, 60 por ciento estudiantes de licenciatura y el resto de posgrado e investigadores. Este miércoles se entregará el reconocimiento al mérito en ecología a los primeros mexicanos que trabajaron esta área: Arturo Gómez Pompa, Gonzalo Haffter y José Sarukhán.

Estos expertos contribuyeron a la creación de instituciones para que en el país se empezara a hacer investigación y en cada una de ellas se comenzaron a generar los programas de posgrado, y gracias a ello el número de estudiantes que se dedica a la ecología cada vez es mayor, agregó López Portillo.

Ya en el primer día de trabajos del congreso, Robert Constanza, experto en ecología económica de la Universidad Pública de Australia, destacó que ahora se debe dar paso a una nueva economía. Es un momento crítico en la historia del mundo, el crecimiento en el consumo de materiales es insostenible e indeseable por muchos y ya tiene efectos negativos en el capital natural y social.

Se debe reconocer que el planeta es finito y que el bienestar sostenible requiere mucho más que objetos de consumo y cambiar la meta actual de crecimiento sin límites por objetivos de suficiencia material, distribución equitativa, sostenible y bienestar humano.

El capital natural es el que sostiene la vida en diferentes niveles, el que provee lo que requiere el mercado, un nuevo paradigma debe preservar los sistemas naturales esenciales para la vida y el bienestar y el equilibrio natural, social, humano y de bienes, señaló en entrevista.

Comunicación

Por su parte, Virginia Dale, del Laboratorio Nacional Oak Ridge de Tenesí, impartió una conferencia magistral. Se refirió a cómo disponer de información ecológica contribuye activamente a la toma de decisiones, aunque esto es difícil debido a que los sistemas son complejos. Consideró que es necesaria una comunicación entre los científicos, así como entre éstos y las personas que toman decisiones.

Propuso tres líneas de comunicación para que el trabajo de los científicos pueda contribuir a la toma de decisiones; la primera es que la relación entre la cuestión y el enfoque analítico debe estar claramente definidos y tener sentido común; la segunda, que la información debe ser presentada en una forma que quienes no son científicos puedan comprender, y la tercera que las implicaciones de los métodos, supuestos y limitaciones deban ser claras.

En entrevista, dijo que la influencia de la economía en la ecología no es clara en todos los casos; es diferente la contaminación del aire a los efectos negativos en la calidad del agua, que se ve afectada, por ejemplo, por las actividades agrícolas.

La ecología, consideró, se puede integrar en la economía cuando hay un marco regulatorio, hay casos en los que las emisiones de contaminantes se pueden identificar y medir, pero es más difícil cuando son fuentes difusas y participan muchos pequeños actores, en estos casos es más complicado dar soluciones económicas.

Rodolfo Dirzo destacó, en su ponencia, que los procesos de defaunación –es decir la pérdida de fauna– ha llevado al aumento de ratas en los ecosistemas, lo cual ocasiona serios problemas de salud.