La conclusión de la primera jornada del Festival Vive Latino ofreció, el viernes por la noche, una amplia paleta rítmica, desde el punk grasiento de Garrobos y el cosmopólitan de los Yeah Yeah Yeahs, el pop de Bengala, la sofisticada electrónica de Underworld, el rock sideral de Porter, el sincretismo ecléctico de Jenny and the Mexicats hasta el intemperante pop de Bengala.

Luego del tiradero que dejaron las bandas que habían desfilado por el escenario principal, llegó el turno de Porter, a quienes se les notaba el tiempo sin tocar juntos, pero poco a poco tomaron vuelo y, con una enorme recepción del público, se rifaron y salieron airosos de su rencuentro.

Siguieron los Yeah Yeah Yeahs, quienes con su incuestionable calidad musical e instrumental pasaron de lo elevado a lo sobresaliente y de lo soberbio a lo emocionante, con una Karen O pateando el escenario de un lado a otro, así como un público que brincoteó los casi 60 minutos que duró su actuación, incluso se dieron el lujo de homenajear a The Cramps con Human fly.

Electrónica de altura

Después, los británicos de Underworld llegaron para clausurar el escenario principal, respaldados con un diseño visual, con fuegos artificiales a la altura de su refinada música, en la que desafiaron la glacial noche defeña. Además de su electrónica incluyeron techno y progressive trance, con lo que pusieron a bailar a los asistentes con temas como, obvio, Born slippy, Always loved a film y Pearl girl, entre otras.

Mientras, el segundo escenario se transformaba en un impresionante mosh con el indelicado punk de Garrobos, que dejaron listo y caliente al público para que saliera Here Comes the Kraken, quienes a su vez se lo cedieron a Soziedad Alkoholika para que acabara por cumplir el deseo de los gustosos de ritmos macizos.

En la conclusión de actividades también figuraron Enjambre, Los Románticos de Zacatecas y Salón Victoria, a quienes, por cierto, les quedó chico el escenario.