Madrid, 15 de marzo.

La justicia de España sentenció hoy a 302 años de prisión al entrenador de karate Fernando Torres Baena, por corrupción de menores y abuso sexual, así como a dos mujeres cómplices a 126 y 148 años, en las mayores condenas en este país por esos delitos.

Tras casi un año del juicio conocido como el caso Karate, la Audiencia Provincial de Las Palmas, Gran Canaria, sentenció al pederasta Torres Baena; a su mujer, María José González, por considerar que actuaba como cebo sexual, y a la profesora Ivonne González, como cómplice.

El juicio, que causó conmoción, se inició el 3 de mayo de 2012 y se prolongó hasta diciembre pasado, pero este viernes se dio a conocer la sentencia.

El juez consideró a Torres Baena un depredador sexual que, aprovechándose de su condición de profesor de karate, imponía a los jóvenes duros entrenamientos durante horas si se negaban a mantener relaciones sexuales, y después hacía su propia selección con menores de 13 años.

La sentencia también valoró que el acusado se valía de su influencia espiritual y emotiva como maestro de artes marciales para manipular a sus alumnos y someterlos.

El tribunal probó que el pederasta creó una auténtica red de captación de menores dedicados al karate. Su centro de operaciones era su gimnasio Torres Baena, en Las Palmas de Gran Canaria, junto al chalet de Playa de Vargas, en Agüimes.

Ahí, durante los recientes 15 años se desarrollaron grandes orgías sexuales, incluso con chicos y chicas hasta de ocho años. Un total de 40 testigos ratificaron todas las acusaciones.

La Audiencia indicó que la mejor carta de presentación de Baena Torres con sus alumnos era el hecho de que en toda arte marcial existe una disciplina, una jerarquía de tipo militar a la que debían responder.