Se presenta sábados y domingos en el Centro Nacional de las Artes
Viernes 15 de marzo de 2013, p. a13
Sacar al músico que llevamos dentro es el propósito del espectáculo Círculo de tambores, del programa Música para todos, que se presenta en La Pérgola, de la Escuela Superior de Música del Centro Nacional de las Artes (CNA).
Con el fin de eliminar las prácticas e inercias que limitan el acceso a la cultura musical, su desarrollo y aprendizaje –sin distinción de raza, sexo o condición física–, sábados y domingos se presenta este espectáculo, en el que el público en general puede tocar un instrumento.
El proyecto, que cerrará el próximo 24 de marzo, está dirigido por la percusionista Rosaura Grados Chavarría, quien explicó que la actividad consiste en dar un concierto didáctico, en el cual el público encontrará algo que le guste, para después realizar una dinámica en la que tiene acceso a algún instrumento de percusión, como la maraca, el güiro, la sonaja o los tambores.
“Hacemos una dinámica en la que les enseñamos a los asistentes a tocar los instrumentos; los ritmos básicos y particulares, para posteriormente juntarlos y hacer entre todos la segunda parte del concierto. Esto es muy importante, porque la gente que asista podrá tener dos experiencias: ser público e intérprete.
Para normovisuales, débiles visuales y ciegos
Música para todos es un programa que busca incrementar el acceso a la oferta y a la sensibilización de la música e integración social. Está enfocado a niños, jóvenes y adultos mayores normovisuales, con ceguera y debilidad visual.
El antecendente del programa se encuentra en 2011, cuando Grados Chavarría, al impartir una de las actividades, observó que estaban presentes cuatro niños de visión normal y dos con ceguera, por lo que empezó a documentarse y buscar asesoría, para impartir al grupo los conocimientos por igual.
Me di cuenta que la limitante la teníamos nosotros como normovisuales, porque los pequeños con ceguera se adaptaban perfectamente bien a cualquier dinámica. Con base en esa experiencia le fui dando un rumbo diferente al programa para, ahora, estar enfocado a la población con ceguera y debilidad visual
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Respecto del nombre del proyecto, la artista expuso que el tambor es el recuerdo de un latido del corazón. En mi experiencia, nunca me ha tocado que una persona tenga un tambor junto y no lo quiera tocar. Es algo natural; es un instrumento accesible en todos los sentidos, desde lo económico y lo físico. Cualquier persona puede tocarlo, sin tener conocimientos profundos sobre la técnica
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Desde el punto de vista de la egresada de la Escuela Nacional de Música de la UNAM, definitivamente la música ayuda a combatir la desunión que prevalece en México, por lo que una buena alternativa es fomentar la cultura musical.
Expresó estar contenta con el resultado del programa en sus dos primeras presentaciones, el 2 y 3 de marzo en el Cenart, ya que han tenido participantes de todas las edades y las dinámicas fueron accesibles para todos, incluyendo a las personas con ceguera, quienes disfrutan las actividades porque están adaptadas para ellos.
La gente sale feliz y contenta. El público pasará un momento divertido, a gusto, en el que aprenderá y podrá acceder a la música. Poco a poco, conforme vayan sucediendo las presentaciones y haya más difusión, las familias se podrán integrar y tendremos mayor acercamiento a la población a la que está enfocado el programa
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Música para todos realiza actividades periódicamente, como cursos y talleres abiertos a todo público, cuya finalidad es incrementar el acceso a la ofertamusical que hay en el país.
Círculo de tambores se presenta los sábados y domingos a las 12:30 horas, en La Pérgola de la Escuela Nacional de Música, ubicada en el Centro Nacional de las Artes, en Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan, cerca de la estación del metro General Anaya. La entrada es libre.