El síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS) –roncar y dejar de respirar durante algunos segundos más de cinco veces en una hora– es un problema de salud pública desatendido en el país, afirmó José Luis Carrillo Alduenda, secretario de la Academia Mexicana del Dormir, asociación civil.

El SAOS afecta a 5 por ciento de los mexicanos, de quienes sólo 10 por ciento está diagnosticado y tiene tratamiento. El padecimiento está asociado a la obesidad y es causa de una tercera parte de accidentes de tránsito, dijo el especialista.

En conferencia de prensa con motivo del Día Mundial del Sueño, puntualizó que el exceso de peso es una de las causas la apnea y una de las más importantes, sobre todo en México, que ocupa el segundo lugar mundial en sobrepeso y obesidad en adultos y el primero en niños.

Esta circunstancia tiene impacto en la prevalencia de la enfermedad en el país: 7 por ciento de los niños de tres a nueve años de edad ronca, y entre uno y tres por ciento presenta apnea obstructiva del sueño.

A escala global, agregó, el padecimiento afecta a 2 por ciento de mujeres y 4 por ciento de hombres, aunque en México la prevalencia es mayor, con 2.2 y 4.4 por ciento, respectivamente.

Señaló que la apnea del sueño está entre las enfermedades más subestimadas, aunque está relacionada con graves daños a la salud.

Quienes no duermen bien, agregó, tampoco descansan plenamente a causa de los ronquidos y de los periodos que dejan de respirar durante la noche. Esto provoca que durante el día estén somnolientos, cansados, con dolor de cabeza y dificultad para concentrarse.

También presentan cambios de personalidad, depresión y alteraciones de la líbido. Carrillo Alduenda aseguró que casi una tercera parte de los accidentes de tránsito son ocasionados por conductores que se quedan dormidos.

A partir de la investigación científica, dijo, se ha podido comprender mejor lo que es el sueño y la relevancia que tiene en la salud, pues durante las horas respectivas, que representan un tercio de la vida, se realizan funciones esenciales, como las endocrinológicas, las metabólicas y las inmunológicas.

Entre los factores de riesgo vinculados a la apnea obstructiva del sueño, además de la obesidad, están el consumo de tabaco y alcohol y el uso de algunos medicamentos. También puede provocar la enfermedad el ancho del cuello en más de 40 centímetros de circunferencia en los hombres y 38 en las mujeres.

Respecto de la situación del padecimiento en México, dijo que entre los obesos, 10 por ciento padece también apnea del sueño. Otro aspecto relevante mencionado por Carrillo tiene que ver con que no es suficiente reducir el exceso de peso corporal para que desaparezca la apnea.

Una tercera parte de los afectados se cura, otro porcentaje similar se controla y otro tanto permanece igual.

Finalmente, dijo que los tratamientos y equipos especializados para el manejo de la enfermedad están disponibles sólo en algunas instituciones como en los servicios médicos de Petróleos Mexicanos (Pemex) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).