Barcelona, 12 de marzo.

Lionel Messi, con un doblete, lideró la épica remontada del Barcelona, que goleó 4-0 al Milán y se clasificó a los cuartos de final de la Liga de Campeones, tras voltear el 2-0 adverso de la ida.

En Gelsenkirchen, Alemania, el turco Galatasaray se ubicó por primera vez desde 2001 en esta ronda, al vencer 3-2 al Schalke 04 en emotivo partido.

A esta generación le falta una remontada, había dicho el volante Xavi Hernández tras la dura derrota sufrida por el equipo catalán en la ida. Hoy la logró, con un futbol magnífico durante 70 minutos y con sufrimiento al final. El Camp Nou estalló en lágrimas de alegría.

Fue el Barcelona de las grandes ocasiones. Alentado por un campo en llamas, el equipo mejoró notablemente la versión ofrecida en el último mes y fue el viejo cuadro azulgrana, el que presiona en campo contrario, recupera el balón inmediatamente, mezcla el juego por bandas y tira paredes a velocidad de vértigo, que juega vertical... Y también fue el Barcelona de Messi.

El argentino rindió a plenitud, como le pedían sus millones de incondicionales. Ayudado por los inteligentes movimientos de David Villa, el argentino se alejó un poco del área para participar más en el juego. Y sólo necesitó cinco minutos para marcar.

Ocurrió en la combinación más conocida del Barcelona, que llegó a la frontal del área tirando mil paredes. El balón cayó en los pies de Messi, quien soltó un latigazo que Abbiati ni siquiera vio y el balón entró por la escuadra.

Para entonces el Milán vivía en su área y su rostro era la viva imagen del pánico. Dominado por la presión –del rival y de la grada–, sus jugadores no conseguían juntar dos pases y todo acababa pronto en las botas azulgranas.

El Barcelona sumó una, dos, tres y cuatro llegadas en 15 minutos y Andrés Iniesta, el mejor socio de Messi, estrelló el balón en el palo en plena catarsis local.

Sin embargo, el Milán pareció enderezarse un poco a partir de la media hora. A los 38 minutos, Niang aprovechó un error de Mascherano para quedar solo delante de Víctor Valdés, pero estrelló su tiro en el poste.

Fue una acción decisiva porque un minuto después llegó el segundo gol del Barcelona. El autor, cómo no, fue Messi.

El argentino soltó otro fogonazo desde la frontal del área y sorprendió a Abbiati, de nuevo superado por un acontecimiento llamado Messi, hoy elevado de nuevo a los altares.

El Milán pareció mostrar una cara algo más ambiciosa en el inicio de la segunda mitad, pero un nuevo golpe, a la postre definitivo, lo devolvió al piso.

A los 55 minutos, Mascherano se anticipó prodigiosamente, el balón pasó a Xavi Hernández y éste puso un espléndido pase a David Villa, quien definió con categoría.

El 3-0 dejó aturdido al conjunto italiano, que tardó en reaccionar. Ni siquiera le ayudaron las entradas de Muntari y Robinho.

Pero en los catalanes apareció la fatiga y el paso de los minutos fue llenando el campo de tensión. Massimiliano Allegri, técnico italiano, lo notó y añadió un delantero más.

El Camp Nou vivió los últimos instantes con los nervios erizados y el corazón desbocado hasta que en el descuento llegó la sentencia: un pase de Alexis Sánchez a Jordi Alba, quien certificó la clasificación del Barcelona con el rotundo 4-0 que desató pasiones.

La hinchada estalló en una de las mayores ovaciones de los últimos tiempos. Su equipo, una generación única de jugadores, había conseguido la gran remontada que soñaba. Volvió el viejo Barcelona, el mejor Barcelona, ya en cuartos de la Liga de Campeones. Con Messi a la cabeza.

El timonel Jordi Roura se mostró feliz: “Fue un partido vibrante. Teníamos un resultado complicado de la ida. Estos jugadores han vuelto a demostrar que son especiales. Hicieron un gran trabajo. Estoy muy orgulloso de ellos. Fuimos por el triunfo desde el principio y también tuvimos suerte con un tiro al palo de ellos. Seguimos en la Champions”.

El estratega interino reveló que el titular, Francesc Tito Vilanova, mandó sus felicitaciones desde Nueva York.

Allegri indicó: Independientemente del resultado, no podemos olvidar que perdimos contra el mejor equipo del mundo. El Barcelona es el mejor y tiene a tres jugadores completamente sobresalientes: Messi, Iniesta y Xavi.

En Alemania, luego del 1-1 de ida, el Galatasaray avanzó a cuartos de final con goles de Hamit Altintop (37), Burak Ylimaz (42) y Umut Bulut (94); por los teutones marcaron Roman Neustadter (17) y Michel Bastos (63). El global fue 4-3.