Mantener viva la expresión del arte dancístico es el leitmotiv de Contradanza, asegura la bailarina y coreógrafa Cecilia Appleton.

La compañía celebra 30 años de trayectoria con una función especial, este miércoles, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

La agrupación interpretará Proyecto M-H: confesiones de despedida, obra estrenada en 2008, que en los años recientes ha presentado en distintos foros y representa un reto no sólo por las exigencias físicas, sino por el tema que plantea: la relación madre-hijo.

En entrevista con La Jornada, Appleton, directora de Contradanza, explica que desde la creación de la compañía se planteó la posibilidad de trabajar de manera independiente en congruencia con su ideología y con un compromiso social del artista.

La danza es una forma de vida que escogí y los que estamos en este proyecto somos los indicados para seguir en la lucha de espacios para que crezca este tipo de expresión en la sociedad, indicó Appleton.

Por nuevos lenguajes artísticos

Al reflexionar sobre su trayectoria en el arte dancístico, Cecilia Appleton tiene claro que su trabajo como artista independiente no ha terminado y así como ha vivido momentos maravillosos también le han tocado situaciones difíciles.

“En estos 30 años ha sido fundamental conocer al otro, relacionarme con mi ser y compartir quien soy con otros; tratar de escuchar y escucharme.

También ha sido importante que dentro de la compañía he trabajado con mi hijo Yseye y Francisco, mi esposo. Sin duda el trabajo más fuerte ha sido estar en escena con mi hijo.

Cecilia Appleton, y su hijo Yseye, en una escena de la coreografía Proyecto M-H Foto Roberto Aguilar

La bailarina y coreógrafa ha formado parte de la evolución de la danza como profesión, del crecimiento de sus bailarines y también de las becas que han otorgado las instituciones culturales, pero como artista independiente ha sido cuestionado su trabajo y por ello ha buscado otros mecanismos con la finalidad de allegarse recursos para sus producciones.

La danza ha contado con más apoyos, pero los grupos independientes seguimos trabajando por una prestación como profesionales de la danza; todavía hay mucho por hacer en este tema. En estos cambios, los coreógrafos hemos modificado estéticas al incluir otros lenguajes artísticos, pero no necesariamente provenientes del cuerpo, dice Appleton.

Como parte de las actividades conmemorativas, la compañía tendrá un blog, donde dará cuenta del proceso creativo de tres obras en las que colaborará con varios coreógrafos y bailarines. Se trata del montaje Armadostres, que estrenará en julio en San Luis Potosí.

Son tres armados y cada una de las piezas tiene un modelo de trabajo muy particular, aunque todas hablan de la identidad, tema presente en todas mis propuestas.

Con apoyo del Programa de Estímulos para la Producción de la Danza (EproDanza), Proyecto M-H: confesiones de despedida se presenta hoy a las 20 horas en el Teatro de la Ciudad (Donceles 36, Centro Histórico).