Las academias de ciencias de 105 países, entre ellas la de México, hicieron un análisis sobre el papel del conocimiento científico en la erradicación de la pobreza. Acordaron que promoverán una evaluación de las fortalezas y debilidades del sistema actual de ciencia y tecnología en el mundo, y su capacidad para hacer frente a los aspectos en ese ámbito relacionados con la disminución de la pobreza y el desarrollo sustentable.

Lo anterior se discutió durante la reunión de la Red Global de Academias de Ciencias (IAP) que se celebró en Río de Janeiro, Brasil, donde éstas promovieron el documento Carta de Río, cuyo avance preliminar (la versión final está en proceso) afirma que la reducción de la pobreza y el desarrollo sostenible exigen enfrentar con las herramientas de la ciencia los grandes desafíos en materia de salud, alimentación, agua, energía, biodiversidad, clima, educación y gestión de desastres.

José Franco López, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), aseveró que la desigualdad constituye uno de los desafíos más apremiantes a escala mundial, en particular para las naciones en desarrollo.

Añadió que la pobreza es uno de los temas que más preocupan y lastiman a las sociedades en todo el mundo. Su análisis en la conferencia de la IAP es ilustrativo de la responsabilidad que asumen las academias para enfrentarlo con las herramientas de la ciencia.

En el avance del documento, firmado por los representantes de las 105 academias de ciencias, se determina el propósito de reforzar del papel de éstas en el asesoramiento a los gobiernos y los encargados de tomar decisiones sobre las mejores políticas de ciencia y tecnología para actuar sobre los grandes retos y problemas vinculados con la pobreza. Dicha asesoría se puede proporcionar como políticas e informes pertinentes, utilizando la mejor evidencia científica disponible.

Franco López aseguró que una vez que el posicionamiento final de la Carta de Río esté concluido, la AMC se encargará de difundirlo.

Por otra parte, informó que México ocupa por segunda ocasión un lugar en el comité ejecutivo de la IAP. Durante la asamblea general de este organismo se eligió al país para continuar en el cuerpo directivo de la organización científica mundial, posición que ya había sido obtenida desde la reunión celebrada en Londres en 2010.

El comité ejecutivo de la IAP está integrado con 11 miembros: cinco corresponden a las naciones más industrializadas y seis a los países en desarrollo. Tras la reciente votación, el comité quedó conformado por las academias científicas de Brasil, Canadá, Cuba, China, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, México y Sudáfrica, con lo cual queda garantizada la participación del país en la elaboración de las líneas de trabajo de la Red Global de Academias de Ciencias, explicó Franco López.

La IAP es una organización cuyo objetivo primordial es ayudar a las agrupaciones miembro a trabajar unidas para asesorar a los funcionarios públicos y ciudadanos sobre los aspectos científicos relacionados con los temas globales críticos. Es auspiciada por la Unesco y actualmente recibe financiamiento del gobierno de Italia. México tiene una importante participación en ella. En su estructura participan cuatro redes regionales, de África, Asia, Europa y América. Esta última, la Interamerican Network of Academies of Sciences (IANAS), tiene su sede en México, en las instalaciones de la AMC.