San Francisco, 11 de marzo.

Una sola dosis de un tratamiento experimental neutralizaría la inflamación y protegería el corazón durante las angioplastias, procedimiento destinado a desobstruir una arteria coronaria causante de un infarto, según los prometedores resultados de un estudio publicado el domingo pasado.

Denominado inclacumab, del laboratorio suizo Roche, redujo notablemente el nivel de un marcador molecular en la sangre, la troponina I, que permite diagnosticar una crisis cardiaca o los efectos nefastos de una inflamación en el corazón. Comparando con un placebo en los pacientes que participaron en el ensayo clínico, los investigadores observaron un descenso hasta de 24 por ciento en ese marcador.

Es muy alentador constatar que una simple dosis de inclacumab puede tener esos efectos beneficiosos, se congratuló el doctor Jean-Claude Tardif, director del centro de investigación del Instituto del Corazón de Montreal (Canadá), quien realizó este estudio clínico, en el cual participaron 530 pacientes.

Procedimiento

Todos los participantes habían sufrido un infarto y necesitaban una angioplastia; 80 por ciento eran hombres y la edad media rondaba los 61 años. La mitad fueron tratados con inclacumab 24 horas antes de la angioplastia y el resto con un placebo. Los niveles de troponina fueron medidos 8, 16 y 24 horas después de la intervención. También se usó el marcador de daños cardiacos denominado CK-MB.

Veinticuatro horas después de la intervención, 18.3 por ciento de los pacientes en el grupo que tomó el placebo registraron un aumento del CK-MB hasta tres veces sobre el nivel normal, lo que señala clínicamente una crisis posangioplastia.

En el grupo tratado con la dosis más fuerte de inclacumab sólo la mitad de los enfermos (8.9 por ciento) registraron un aumento en los niveles de CK-MB. Si podemos confirmar estos resultados en otros estudios el tratamiento podría sumarse al arsenal terapéutico de la cardiología moderna, estimó Tardif, quien presentó el estudio en la conferencia anual del Colegio Estadunidense de Cardiología, reunida en San Francisco.

Se requieren más estudios clínicos

Podríamos utilizar este tratamiento más ampliamente entre todos los que llegan al hospital y tienen una crisis cardiaca, pero antes de eso es necesario realizar más estudios clínicos, continuó.

Sólo en Estados Unidos se realizan más de un millón de angioplastias al año, lo que representa un costo de 10 mil millones de dólares. Los tejidos cardiacos pueden resultar dañados durante esta intervención, que conducen a menudo a otros procesos y costos suplementarios para el sistema de salud pública.

La angioplastia supone la inserción de un pequeño balón inflable en una arteria obstruida con el fin de abrirla e introducir una cánula, pequeño tubo metálico expansible, y restaurar el flujo sanguíneo.