Incierto su alcance y carece de sustento técnico, sostiene
Domingo 10 de marzo de 2013, p. 34
La Cruzada Nacional contra el Hambre empezó al revés: primero se hizo el anuncio y ahora las dependencias están buscando darle el sustento técnico con opiniones de expertos y dos programas piloto que se realizan en Guerrero, afirmó el investigador Abelardo Ávila del Instituto Nacional Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
Los programas piloto en zonas urbanas de Acapulco y rurales de la región de la Montaña, tienen el propósito de ver la factibilidad de la estrategia, identificar a la población en pobreza alimentaria y recabar información censal para definir las acciones a partir de los rezagos objetivos. No está mal, pero eran primero, antes de lanzar el programa, señaló el especialista.
En entrevista, Abelardo Avila lamentó que haya prevalecido en el gobierno federal la necesidad de cumplir
un compromiso de campaña firmado ante notario público. Hoy el personal operativo enfrenta el reto de sentar las bases para tratar de asegurar que tendrá éxito.
Comentó que todavía impera la incertidumbre sobre los verdaderos alcances de la cruzada, que en realidad debería ser contra la desnutrición, problema que se pudo haber resuelto hace 30 años. Desde entonces, el país cuenta con la capacidad técnica y de disponibilidad de alimentos para erradicar el problema.
Pero las autoridades optaron por un modelo de transferencias económicas condicionadas, el cual llevó a la destrucción del sistema agrícola, la pobreza rural y la migración a las ciudades. Al mismo tiempo se favoreció el consumo de alcohol, de productos con bajo contenido nutrimental y el abandono de la lactancia materna. Estos y otros factores explican la desnutrición que prevalece en el país y que niños con talla baja enfrenten un problema de obesidad, que a su vez es causante de enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión arterial y afecciones cardiovasculares.
Además, indicó el investigador, la falta de sustento técnico y transparencia en el manejo de las acciones y los recursos propició el uso electoral de las transferencias que la gente recibe por conducto de Oportunidades y otros programas sociales.
Con esta experiencia lo único que serviría para evitar la potencial distorsión que se ha señalado a la cruzada del presidente Enrique Peña Nieto, sería que sus bases respondan a criterios técnicos específicos, con administración transparente y el fijar metas medibles. No será suficiente conocer el número de despensas y familias beneficiarias, sino, por ejemplo, el impacto que tendrán en la salud de los niños, su estado nutrimental y desarrollo, indicó Avila.