Por unas horas, el estadio Azteca se convirtió este jueves en la más grande discoteca del mundo, gracias al diyéi francés David Guetta, quien reunió a más de 60 mil personas en el recinto.

Cuando el reloj marcó las 00:00 horas, un fuerte estallido retumbó en el Azteca, como anuncio de que algo espectacular empezaría; de pronto, aparecieron unas grandes, llamativas y brillantes letras azules con el nombre David Guetta.

Proyecciones con láser, un escenario de más de 40 metros, dos pantallas en cada extremo y una gran tornamesa fueron algunas de las herramientas que Guetta utilizó para armar la fiesta.

A los noctámbulos capitalinos poco les importó el frío y la hora, pues con el primer beat del cuarto mejor diyéi del mundo cimbraron el recinto, donde se escucharon éxitos radiales como Titanium, She wolf y Turn me on.

En esta fiesta sonaron canciones emblemáticas en la carrera del también productor, como Sexy Chick, la cual hizo que algunas asistentes sacaran su lado más sensual al bailar.

Uno de los momentos más significativos aconteció cuando los espectadores, al seguir las indicaciones de Guetta, elevaron sus teléfonos móviles para hacer lucir al estadio como un campo estrellado, que se agitaba al ritmo de cada tema.

El diyéi se mostró sorprendido en varias ocasiones por el ánimo del público, quien cantó, ovacionó y bailó temas como Love is gone, The world is mine, Gettin over y Rock the House.

Durante su actuación, el músico francés anunció que grabará su próximo video la siguiente semana en la ciudad de México.