Belo Horizonte, 8 de marzo.

El guardameta brasileño Bruno, quien pasó de la pobreza a una vida de lujos como capitán del club Flamengo, fue condenado hoy a 22 años de cárcel por el asesinato de Eliza Samudio, madre de su hijo, y cuyo cuerpo fue lanzado a los perros.

Bruno Fernandes de Souza, un joven de 28 años que nació en un barrio pobre de Belo Horizonte (Minas Gerais), fue sentenciado a 22 años y tres meses de prisión por el asesinato de Samudio, una modelo que tenía 25 años cuando desapareció, en junio de 2010.

Bruno fue juzgado y sentenciado también por el delito de ocultación de cadáver y por el secuestro del hijo de ambos, Bruninho, quien tenía cuatro meses cuando desapareció su madre.

Durante el juicio, Bruno admitió haber hecho un plan para matar a Samudio, el cual involucró a nueve personas.

En el momento del crimen, el jugador era portero del Flamengo, uno de los clubes más populares de Brasil, y era codiciado por el AC Milán.

Bruno admitió que Samudio fue estrangulada, descuartizada y que su cuerpo fue arrojado a perros Rottweiler para hacer desaparecer la evidencia, como sospechaba la policía.

No obstante, negó haber ordenado el crimen, y sostuvo que un amigo suyo, Macarrao, pidió a un ex policía militar conocido como Bola que la matara.

Samudio buscaba probar a la justicia que Bruno era el padre de su hijo para recibir una pensión. Fue secuestrada en Río de Janeiro, trasladada a Minas Gerais, junto a su hijo Bruninho, y asesinada.

La juez Marixa Lopes Rodrigues afirmó al leer la sentencia que la ejecución del homicidio fue meticulosamente calculada y que Bruno creyó que, al desaparecer el cuerpo, quedaría impune. El portero demostró ser una persona fría, violenta y simuladora, añadió.

Dayanne Rodrigues, ex mujer de Bruno, fue absuelta del delito del secuestro de Bruninho, a pedido del fiscal, quien consideró que actuó bajo presión.

El bebé fue hallado 15 días después del homicidio de su madre, en casa de desconocidos en Minas Gerais. La paternidad de Bruno fue comprobada con un examen de ADN. Bruninho vive hoy con su abuela materna.

En 2010, la justicia de Río ya había condenado a Bruno a cuatro años y medio de prisión por retención forzada, humillación y maltratos infligidos a Samudio, a quien obligó a tomar medicinas abortivas cuando supo de su embarazo.

El portero ya cumplió dos años y cuatro meses de prisión.

Bruno nació en Belo Horizonte y a los tres meses fue abandonado por sus padres, quienes se mudaron al noreste de Brasil con su hermano mayor. Fue criado por su abuela. Con el Flamengo fue tricampeón carioca y ganó el Campeonato Brasileño, en 2009.

Su abogado, Lucio Adolfo, informó que apelará de la sentencia, mientras el fiscal del caso, Henry Wagner Vasconcelos, anunció que apelará también para reclamar una pena mayor, ya que esperaba una condena de 28 a 30 años.