Martes 5 de marzo de 2013, p. 39
Cielo y vida interaccionan todo el tiempo. La atmósfera no ha sido sólo un medio de transporte para la biosfera ni los organismos un jinete pasivo, expuso Amparo Martínez Arroyo, directora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México. Al respecto, señaló que en el ciclo del carbono, vital para la supervivencia de los seres vivos, influyen lo mismo nubes que aerosoles y actividad biológica (incluida la antropogénica). Según el Proyecto Global del Carbono, en 2008, la atmósfera capturaba 46 por ciento; la tierra, 29, y el océano, 25. Para 2010, pasó a 50, 26 y 24 por ciento, respectivamente.