El problema se verá con mayor frecuencia ante el aumento de casinos, afirma
Personas que sufren ludopatía tienen afectado el juicio y las áreas de razonamiento y toma de decisiones, sostiene la directora del Instituto Nacional de Siquiatría
Martes 5 de marzo de 2013, p. a11
La pérdida de la libertad es lo que representan las adicciones. Las personas no pueden dejar de consumir o de tener alguna conducta, a pesar de conocer los daños que les causa en todos los aspectos de su vida. Con el juego patológico (ludopatía) pasa lo mismo y en México, por el incremento de los casinos, es un fenómeno que se verá cada vez con mayor frecuencia, advirtió María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.
La sociedad debe estar alerta a la evolución de ese fenómeno por varias razones; una es la asociación entre la ludopatía y las enfermedades mentales. En general, la mitad de las personas adictas a alguna sustancia también padecen algún trastorno neurológico, como depresión o ansiedad.
En el caso del alcohol, 30 por ciento de los bebedores presenta esa comorbilidad, aunque en los casos graves el indicador llega a 80 por ciento.
Es obvio, reiteró, que un adicto al juego también tiene algún padecimiento mental.
La especialista resaltó la importancia de no perder de vista el tema, sobre todo para que sea creada una legislación adecuada y se norme la corresponsabilidad de los dueños de los establecimientos de juego con la protección de la salud de las personas, como ya ocurre en Estados Unidos.
En entrevista, la especialista comentó que los centros de juego y apuestas de ese país tienen convenios con grupos de ayuda mutua y centros de tratamiento, a fin de que se les avise cuando en el casino se detecta a una persona que, a pesar de perder mucho dinero, sigue jugando.
Esas agrupaciones y clínicas, que trabajan con un esquema similar al de Alcohólicos Anónimos, se vuelven acompañantes del jugador.
En algunos sitios existe el compromiso de ya no permitir que la persona siga jugando. El propósito es cuidar al jugador, porque la persona enferma no se puede proteger a sí misma. En ella la afectación en el juicio es evidente en las imágenes cerebrales. Las zonas asociadas con el razonamiento y la toma de decisiones aparecen apagadas o semiapagadas
, puntualizó Medina Mora.
La ludopatía es una adicción en la que no hay una sustancia de por medio; sin embargo, los resultados son similares, pues se asocia a pérdidas económicas, familiares y sociales.
Medina Mora recordó que con la incorporación del juego patológico a la clasificación de adicciones, en México hay la disposición de que los centros de atención de adicciones y los de Integración Juvenil ayuden a los ludópatas.
Los individuos que además padecen depresión o ansiedad, lo cual es muy común, son canalizados al Instituto Nacional de Siquiatría. La directora del organismo resaltó que ya han atendido a algunos pacientes y cada vez será más frecuente. De hecho, la ludopatía ya empieza a aparecer en las estadísticas.
Como ocurre con otras adicciones, uno de los principales retos para la rehabilitación es que los afectados acepten y reconozcan que están enfermos. A las instituciones de salud les corresponde trabajar en el diseño y aplicación de mecanismos que favorezcan la búsqueda de tratamiento clínico, entre otros, la identificación temprana y la canalización de los individuos a los centros especializados en su atención.