Solicita el Congreso de NL nuevas investigaciones sobre la responsabilidad de médicos
Jueves 28 de febrero de 2013, p. 36
Monterrey, NL, 27 de febrero.
La enfermera Anita Urbina, la única procesada por un caso de negligencia médica cometida hace 15 años contra la entonces menor Johanna Alexandra Fischer, quien quedó cuadripléjica luego de una operación por derrame cerebral realizada en el hospital Christus Muguerza de Monterrey, salió bajo fianza del penal de Topo Chico el martes por la noche.
Urbina, de 54 años de edad y 30 de servicio en el nosocomio, fue encarcelada en septiembre pasado luego de un largo proceso judicial entablado por la familia de Johanna contra el hospital Christus Muguerza y una decena de empleados, entre médicos tratantes, internistas, anestesistas y enfermeras.
Según las autoridades estatales, Urbina es la única responsable en las dos causas penales emprendidas por la madre de la afectada, Alejandra Garza. Fue condenada por lesiones culposas con agravantes de responsabilidad médica y falsificación de documentos.
En el expediente, cuya copia tiene La Jornada, la familia demostró con grabaciones notariadas que el personal médico que trató a la niña ocultó información y alteró documentos clínicos luego del ingreso de Johanna a la clínica, el 19 de enero de 1998.
Ese día, el médico tratante, Hernán K. Campa, diagnosticó un derrame cerebral que requería una operación de cauterización. La intervención se realizó con la participación de Mauricio Arteaga como asistente médico y la anestesista Roxana de Hoyos.
Al concluir la operación, la niña ingresó a terapia intensiva. El 29 de enero, la familia recibió un pronóstico de recuperación de funcionalidad de entre 90 y 93 por ciento en siete meses. No obstante, Johanna se puso grave el 30 de enero, pues su tubo de respiración se tapó por endurecimiento de moco. Días después el médico tratante, Campa, pidió a la familia que se llevara a la menor a su casa, y aunque la niña presentaba varias discapacidades, el doctor aseguró que se recuperaría.
Más de un año después, la familia supo que Johanna sufrió daño cerebral severo el 30 de enero a consecuencia de un paro respiratorio, horas después de que la anestesióloga De Hoyos ordenó quitarle el respirador artificial. La familia demostró en el juicio que el procedimiento no se realizó gradualmente, como marcan los protocolos médicos.
Como consta en el expediente, Anita Urbina fue sólo una de las personas que atendieron a la niña ese día. Flor Liliana Armijo, la enfermera que la antecedió en turno, advirtió el estado delicado de la paciente luego que se le quitó el respirador, mas ni el médico tratante ni la anestesióloga, ni el personal de cuidados intensivos estuvieron pendientes de una posible emergencia.
El juez tercero penal de Monterrey giró en 2009 orden de aprehensión contra la enfermera, quien fue detenida en septiembre de 2012.
La acusada presentó tres juicios laborales contra el hospital Christus Muguerza por despido injustificado. Ex compañeras suyas aseguran que la clínica mutiló información y modificó documentos para inculparla.
El Congreso local aprobó el 15 de enero pasado un punto de acuerdo dirigido a la Procuraduría General de Justicia estatal, a fin de que peritos neurocirujanos realicen nuevos estudios sobre este caso y se llame a declarar a todos los implicados, pues no han declarado el médico tratante ni la anestesióloga.
Ante presiones de la organización no gubernamental Frente de Nuevo León y del Colegio de Enfermeras, el hospital Christus Muguerza depositó la fianza correspondiente, lo que permitirá a Anita Urbina enfrentar el juicio en libertad.