Insiste en la necesidad de destrabar trabajos de la Ronda de Doha
Martes 26 de febrero de 2013, p. 25
Moscú, 25 de febrero. Con el fin de promover su candidatura a la dirección general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Herminio Blanco Mendoza llegó a Moscú para exponer en detalle a las autoridades rusas su eventual programa de acción al frente de ese organismo multilateral y tratar de conseguir el apoyo de Rusia.
Postulado por el gobierno de Enrique Peña Nieto, Blanco fue secretario de Comercio y Fomento Industrial en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y negociador de tratados de libre comercio con América del Norte y la Unión Europea, quiere ocupar el sillón que, en la sede de la OMC en Ginebra, dejará vacante el 31 de agosto el francés Pascal Lamy, quien se retira tras dos periodos consecutivos de cuatro años.
Blanco se enfrenta a otros ocho aspirantes, tres mujeres entre ellos, en el proceso de selección del consejo general de la OMC, que terminará cuando quede sólo un candidato de consenso, no más tarde del 31 de marzo.
Herminio Blanco se entrevistó este lunes con el primer viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andrei Denisov, a quien habló sobre sus propuestas para reforzar el papel de la OMC y trató de convencer de por qué cree ser el mejor candidato para suceder a Lamy. Por la tarde el embajador de México, Rubén Beltrán, le organizó un encuentro con medios de comunicación locales.
Desde que es candidato, Blanco insiste en subrayar la necesidad de destrabar los trabajos de la Ronda de Doha, negociaciones que empezaron en 2001 y, por las diferencias de fondo entre países ricos y emergentes, se encuentran en punto muerto.
Considera que el próximo dirigente de la OMC debería concentrarse en propiciar la disminución de las distancias entre las posiciones de los países en torno a Doha y para lograrlo es imprescindible que, como él, tenga experiencia en el sector privado.
También habrá que celebrar en diciembre la novena conferencia ministerial en Bali, Indonesia, para después atender temas pendientes de la Ronda de Doha y dar mayor eficiencia a la OMC. Otra meta es que los acuerdos se integren en el sistema multilateral de comercio.
Por reglas no escritas, de cara a la elección del nuevo director general de la OMC, Blanco cuenta con una ventaja: el sucesor de Lamy será originario de América Latina o de Africa (tres aspirantes en el primer supuesto, dos en el segundo), pues la organización ya ha tenido tres directores de Europa, uno de Nueva Zelanda y otro de Tailandia.