Tras su retiro, Ratzinger recibirá una pensión vitalicia de 2 mil 500 euros mensuales
En círculos del Vaticano se menciona al arzobispo de Guadalajara como posible sucesor
Martes 19 de febrero de 2013, p. 26
Ciudad del Vaticano, 18 de febrero. El papa Benedicto XVI designó al cardenal Giuseppe Versaldi, uno de los cinco obispos que en 2010 auditaron a los legionarios de Cristo, líder de la Congregación de los Hijos de la Inmaculada Concepción, que tiene a su cargo la dirección de un hospital dermatológico sumido en deudas.
La designación del actual presidente de la Prefectura de los Asuntos Económicos del Vaticano fue dada a conocer este lunes, al tiempo que el pontífice cumplió su primer día dedicado a la oración privada, como parte de las actividades de la Cuaresma, mientras continúan las especulaciones sobre quién será su sucesor.
En este ambiente comenzó a ser mencionado en círculos vaticanos el nombre del cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, nombrado el 11 de diciembre de 2011 por Joseph Ratzinger, tras haber sido arzobispo de Monterrey (2003-2011) y obispo de Toluca (1996-2003).
El 11 de febrero pasado, día en que Ratzinger anunció su dimisión, Robles Ortega dijo a la prensa de Jalisco que la renuncia es una señal de que el pontífice no ama el poder
y se ve a sí mismo como un siervo humilde de Dios
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Robles Ortega, de 63 años, es uno de los 117 cardenales que a mediados de marzo decidirán en la Capilla Sixtina quién será el sucesor del papa alemán.
Como en el caso de Robles Ortega, más de la mitad de los cardenales electores –los menores de 80 años– fueron designados en sus puestos por Benedicto XVI, desde 2004, y comparten las ideas centrales del pontífice saliente en temas claves como el rechazo al sacerdocio femenino, al aborto y los matrimonios entre homosexuales, así como a la conservación del celibato sacerdotal.
Ratzinger, de 85 años, recibirá a partir de marzo una pensión vitalicia de dos mil 500 euros mensuales –la mitad de lo que cobra un cardenal retirado– y será designado obispo emérito de Roma.
En tanto, uno de los cardenales electores estadunidenses, el ex arzobispo de Los Ángeles, Roger Mahony, comenzó a enfrentar un movimiento para impedir que se desplace a Roma al cónclave de marzo, en represalia por haber consecuentado un centenar de casos de pedofilia en su jurisdicción, en la década de los 80.
La organización Católicos Unidos, con unos 50 mil miembros, colocó en la red un sitio exclusivamente dedicado a recabar firmas para hacer la petición y enviarla a las autoridades vaticanas.
El actual arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, de origen mexicano, privó a Mahony de toda responsabilidad administrativa o pública
en la jurisdicción católica angelina, pero su antecesor no ha dado ninguna señal de pretender renunciar a su condición de elector y, por el contrario, afirmó que en los últimos días he sido repetidamente humillado
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