Labores de militares, saturadas por la inseguridad, afirma académico
Seguirá con el encargo de apoyar a la seguridad pública, nos guste o no, dice investigador
Lunes 18 de febrero de 2013, p. 20
Las tareas que realiza el Ejército Mexicano han sido saturadas por la crisis de seguridad pública
, y aún están por definirse los nuevos roles que jugarán los militares en la administración de Enrique Peña Nieto, pese al anuncio presidencial de que los soldados continuarán en labores de disminución de la violencia
.
Sostuvo lo anterior Abelardo Rodríguez Sumano, doctor en relaciones internacionales y políticas comparadas por la Universidad de Miami e integrante del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt, quien agrega que, “a un siglo de la creación del Ejército Mexicano –tras el golpe de Estado perpetrado por el general Victoriano Huerta en contra del presidente Francisco I. Madero, el 19 de febrero de 1913–, es un buen momento para repensar sus fortalezas y sus debilidades”.
El experto platicó con La Jornada respecto de la relación con Estados Unidos y Canadá (nuestros principales socios comerciales), y particularmente con Estados Unidos, pues en años recientes hay una especie de revolución silenciosa en la colaboración e integración, sin precedente, en distintos componentes de la seguridad y que va más allá del combate al crimen organizado trasnacional y del Ejército mismo
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Íñigo Guevara, especialista en temas de seguridad nacional, sostiene que las fuerzas armadas mexicanas “han sido instituciones sui generis desde su creación como ejército insurgente”, pero en seis años incrementaron su participación en la vida pública nacional, particularmente en su labor subsidiaria dentro del sistema de seguridad
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¿Qué representa tener más de 210 mil soldados, cuestionó: ¿Alcanzan para la cada vez más amplia y demandante panoplia de misiones que desempeñan? ¿Qué tan preparados estamos para enfrentar una amenaza mayor? Es difícil dimensionar cuáles son las necesidades de un país que continuará empleando a sus fuerzas armadas, nos guste o no, en apoyo a la seguridad pública e interior
, cuestiona el egresado del Tecnológico de Monterrey.
A su vez, Rodríguez Sumano explicó que la principal fortaleza del Ejército Mexicano, que este martes cumple su primer centenario, es la lealtad a la figura presidencial, lo cual ha sido clave para que México no vuelva a haber dictaduras militares.
Su mayor debilidad está en la relación cívico-militar, porque los gobiernos del PRI y del PAN no han podido crear un sistema de defensa de Estado, una seguridad nacional que incluya entidades y municipios, y con vínculos claros de inclusión de la población civil
que den respuesta en conjunto a la seguridad interna, regional o en el ámbito multilateral e internacional.
El investigador del Centro de Estudios sobre América del Norte e Investigación Nacional en Seguridad Nacional de la Universidad de Guadalajara, señaló que existe un rezago importante del Ejército, que se buscó subsanar en el sexenio anterior, y en particular vía la guerra contra el narcotráfico y la Iniciativa Mérida
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Sin embargo, se careció del diagnóstico adecuado para anticipar deficiencias en la infraestructura militar a escala nacional.
Además, indicó, el presupuesto destinado a defensa es un elemento de debate álgido en México. No hay consenso entre las fuerzas políticas y los más variados sectores de la población sobre si se debe invertir más en defensa
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En la medida que el Ejército y la Marina-Armada de México definan en su conjunto sus misiones en el siglo XXI con mucha mayor claridad, en un mundo trasnacional y en la relación con Estados Unidos, se podrá calibrar mejor sus misiones y la forma en que se destine su presupuesto.
No está claro cuál es la estrategia del Ejército en un contexto trasnacional y geopolítico para dar respuesta a una preservación de la seguridad nacional en el siglo XXI y en la relación interdependiente con Estados Unidos
, indicó.
“En suma –afirmó el especialista– al país le urge desarrollar las reformas necesarias y los instrumentos preventivos y suprapartidistas para anticiparse a riesgos y amenazas internas y externas, así como definir el interés estratégico del Estado y la nación en estas transformaciones; además de contar con una doctrina de defensa nacional de Estado, de seguridad nacional y sobre la relación con Washington, con el concurso de los tres poderes de la Unión y de cara a la nación”.
El académico destacó la serie de acuerdos y acciones recientes en la materia, con Estados Unidos y Canadá, los cuales en su mayoría no han sido discutidos ni evaluados en nuestro país.
Sin mencionar el avance de Estados Unidos, mediante la Iniciativa Mérida, en el sistema de seguridad nacional y de defensa de México en años recientes.
Mientras, desde la óptica estadunidense, todos los días el Comando Norte y el Comando de Defensa Aeroespacial (Norad) desarrollan trabajos de modernización para las misiones de control aeroespacial, alerta marítima y defensa de la seguridad nacional y apoyo civil
, en las que México está considerado como parte de su perímetro de seguridad nacional.
Rodríguez Sumano precisa que en un hecho histórico
, el 27 de marzo de 2012 se delineó la Cumbre de Defensa Trilateral en Ottawa, Canadá, entre los ministros de defensa, los cuales acordaron, entre otras cosas: desarrollar una evaluación de amenazas a la defensa trilateral conjunta para Norteamérica, con la finalidad de ahondar nuestro entendimiento común sobre las amenazas y retos que enfrentamos
; explorar maneras de mejorar el apoyo a los esfuerzos de agencias de seguridad pública para contrarrestar las actividades ilícitas”; así como aumentar la velocidad y eficiencia con que nuestras fuerzas armadas apoyan la respuesta liderada por autoridades en caso de desastres
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El 2 de abril de 2012 se desarrolló la Cumbre de Líderes de Norteamérica en Ottawa, Canadá, para avanzar en los campos del comercio, energía y el combate a grupos de la delincuencia trasnacional; la cumbre reafirmó el camino de la colaboración trilateral al más alto nivel.
Por vez primera, en mayo de 2012 se llevaron a cabo trabajos de entrenamiento entre los ejércitos de Estados Unidos y México, en Houston, Texas, de cara a las amenazas trascontinentales, desastres naturales y ayuda humanitaria, lo cual debe ser discutido frente a la nación.