Mientras el diputado federal priísta Fernando Castro Trenti obtenía ayer licencia para buscar la postulación a la gubernatura de Baja California, legisladores del Partido del Trabajo (PT) expresaban su desacuerdo con la alianza con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para las elecciones en aquella entidad.

El líder nacional priísta, Cesar Camacho Quiroz, afirmó que que la designación de Castro Trenti como candidato no es cosa decidida, lo que desmintió Joel Ayala Almeida, presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado. Ésta es una decisión irreversible, dijo el senador priísta, originario de ese estado fronterizo.

Al hablar en la Cámara de Diputados, Castro Trenti sostuvo que su propuesta de gobierno es el cambio verdadero (frase de campaña de Andrés Manuel López Obrador). Como si se tratara de un mitin, Castro Trenti dijo: Que Dios los bendiga, y esperamos que pronto a Baja California le vaya bien. Además, anunció que participará en una competencia política partidaria que, confío, será leal y legal.

En la sede del PRI, las declaraciones de Camacho y Ayala atizaron la polémica desatada por el autodestape de Castro Trenti en la víspera que el Comité Ejecutivo Nacional lanzara la convocatoria para elegir candidato el 12 de febrero.

Camacho aseguró que aun cuando es un fuerte aspirante a la postulación por el gobierno de Baja California, la designación de Castro Trenti no se ha decidido, pues apenas se emitió la convocatoria. Mientras, Ayala dijo sin tapujos que el candidato es Castro Trenti.

Mientras, Jaime Bonilla, representante del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Baja California, consideró que los petistas se vendieron por muy poco: dos regidurías y a lo mejor diputaciones. Manuel Huerta, también cercano a Andrés Manuel López Obrador, confió en que la Comisión Ejecutiva Nacional del PT revierta la coalición.