Viernes 8 de febrero de 2013, p. 28
El juzgado décimo de distrito en materia civil encargado del concurso mercantil de Mexicana de Aviación, desechó en definitiva la intención de Iván de Jesús Alex Barona Ramírez, representante de BF Internacional Minning Trader SA de CV, de convertirse en dueño de la aerolínea.
Mediante acuerdo publicado este jueves, el juzgado a cargo de Edith Alarcón Meixueiro precisó que el inversionista no sólo no mostró en su momento la solidez financiera necesaria para adquirir y capitalizar Mexicana de Aviación, Mexicana Inter, Aerovías Caribe y Mexicana MRO (Controladas), por medio de la empresa controladora Nuevo Grupo Aeronáutico SA de CV, sino que además ya venció el plazo fijado para ser tomado en cuenta como potencial inversionista de la aerolínea.
El documento precisa que desde que se emitió la convocatoria nacional e internacional respectiva, quedó claro que el o los solicitantes debían acreditar de entrada contar con 150 millones de dólares depositados en una institución fiduciaria como un primer paso, además de otros 250 o 300 millones de dólares de dólares que deberían estar visibles y verificables
para ser considerados por el juzgado como inversionista interesado en la aerolínea.
Venció plazo de convocatoria
En un extenso acuerdo se da cuenta de que Barona Ramírez depositó el pasado 5 de febrero ante dicho juzgado una letra de cambio internacional por 150 millones de dólares, cantidad que, de acuerdo con la convocatoria del 9 de enero de 2012, tenía que ser depositada en una fiduciaria nacional, como Banobras, Nafin o Bancomext.
Sin embargo, la juez aclaró que a pesar de dicho documento, no existía convenio de entrega en custodia de la citada letra de cambio por los 150 millones de dólares, ni de ningún documento de similar naturaleza, como equivocadamente aducen los promovientes (Barona Ramírez y sus socios)
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El acuerdo señala que el 9 de enero pasado la juez emitió la convocatoria abierta nacional e internacional para los interesados en adquirir la aerolínea, y que ante el interés del inversionista, el 23 de enero emitió un dictamen en el que señaló que dicha solicitud era improcedente, en razón de que no cumplió con lo fijado de demostrar solvencia económica con los 150 millones de dólares iniciales y los 250 o 300 millones de dólares adicionales, necesarios para capitalizar y restructurar la compañía de aviación.
Agrega el texto que el pasado 28 de enero el juzgado concedió 10 días hábiles, los cuales transcurrieron sin que el interesado demostrara que cumplía con los requisitos para comprar la empresa.