Moscú, 6 de febrero. El director del Teatro Bolshoi y un bailarín estrella de la compañía libraron el miércoles una abierta guerra verbal, en la que el primero acusó abiertamente al solista de estar detrás del ataque con ácido que sufrió el director artístico Serguei Filin. Me siento culpable de no haber intentado detener a Nikolai cuando aún era posible, declaró el director del teatro Anatoli Iksanov, aludiendo al bailarín Nikolai Tsiskaridzé, en entrevista publicada en el sitio de la revista Snob en Internet.

Intrigas y tragedia

En la entrevista, Iksanov manifiesta no tener ninguna duda sobre la implicación de Tsiskaridzé en la publicación en 2011, en Internet, de fotografías comprometedoras de carácter sexual, que provocaron la dimisión del entonces director artístico del Bolshoi, Guennadi Yanin.

En la época Tsiskaridzé luchaba abiertamente por el cargo de director artístico, el cual pretendía Yanin, el que finalmente fue atribuido a Filin en marzo de 2011, subrayó Iksanov.

Ensuciar la reputación de los colaboradores del teatro, librarse a intrigas convencido de su impunidad: todo ello hizo posible que se produjera la tragedia, añadió, aludiendo al ataque con ácido.

Tsiskaridzé, de 39 años, que baila desde hace más de 20 en el Bolshoi y cuyo conflicto con la dirección es notorio, respondió en el mismo medio.

¿Con base en qué el director general hace una declaración sobre mi implicación en este crimen?, se preguntó el intérprete.

El bailarín, cuya rivalidad con Filin era conocida, fue interrogado como testigo en la investigación abierta tras el ataque con ácido el 17 de enero pasado.

Filin resultó gravemente herido ese día cuando un desconocido le lanzó ácido en la cara. El pasado 4 de febrero salió del hospital de Moscú donde estaba internado para viajar a Alemania, donde recibirá un nuevo tratamiento.

La agresión contra Serguei Filin sacó a la luz las intrigas en el Bolshoi.

En una entrevista con la televisión rusa emitida la noche del domingo, Filin dijo que creía saber quién orquestó el ataque, y reafirmó su convicción de que el hecho estaba vinculada a su trabajo.