Miércoles 6 de febrero de 2013, p. 8
El 27 de mayo de 2004 Ruta 61 abrió sus puertas por primera vez. Ocho años y nueve meses después, mantiene sus principios básicos: ser alternativa de diversión y una propuesta de entretenimiento sustentada en el buen servicio y en la buena música.
A mediados de 2012, entró en un largo, enrevesado y oscuro laberinto administrativo que lo mantuvo cerrado varios meses, hecho que golpeó a la pequeña empresa, a su equipo de trabajo, a los músicos que se presentaban y a sus muchos parroquianos. No obstante, ni unos ni otros se rindieron. Y ahora, apenas comenzado febrero, el blues vuelve a sonar en la Hipódromo-Condesa, en un recinto que no venderá bebidas alcohólicas por el momento.
Ruta 61 es ya parte de la historia del blues en México. La lista de músicos nacionales y extranjeros que se han presentado en el bar es evidencia de su aportación a las noches y la belleza de nuestra ciudad. ¿Cómo sucedió esto? Ensayemos una respuesta…
Dar al género un recinto propio, la apuesta
Apostó a un concepto cuyo éxito ha sido comprobado en otras latitudes: dar al blues un recinto propio, una casa; ofrecer a los amantes de esta música universal el espacio necesario para su deleite; regalar a las nuevas generaciones la posibilidad de disfutarlo. Y quiso que dichos propósitos corrieran parejos con una idea absolutamente digna y justa: que el sitio fuera, en todos sentidos, un buen negocio. Y lo es, a pesar de la crisis y de la burocracia, porque buen negocio no significa necesariamente el enriquecimiento, sino la instalación y la permanencia de un sueño.
Hoy, Ruta 61 necesita del apoyo de la gente. A partir de este miércoles 6 de febrero, los chilangos volverán a tener un lugar entrañable para escuchar música en vivo. El bar está localizado en Baja California 281, en la colonia Hipódromo-Condesa. Reservaciones: 5211-7602..