Aún no termina la investigación sobre el caso Arzt, señala un oficio a Laveaga
Méndez Calatayud le recuerda que no hay convenio formal con la UNAM para la indagación
Miércoles 30 de enero de 2013, p. 16
La comisionada del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai) Sigrid Arzt no fue quien solicitó la investigación para aclarar las irregularidades de las que se le acusa; la instrucción fue girada por Jacqueline Peschard, ex presidenta del instituto, y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aún no realiza formalmente las indagaciones sobre el caso, como ha asegurado el organismo de transparencia.
Lo anterior se desprende de un oficio enviado por el director general de Tecnologías de la Información (DGTI), Alfredo Méndez Calatayud, al presidente del Ifai, Gerardo Laveaga.
De acuerdo con el documento IFAI/SG/DGTI-015/13, con fecha del pasado lunes –día en que el Ifai realizó tales aseveraciones–, tampoco es cierto que la investigación generada por la DGTI, la cual concluyó que desde la computadora de Arzt se realizaron las solicitudes de información, por lo que no fue víctima de hackeo, como ella asegura– no sea conocida por los cinco comisionados.
El resumen ejecutivo de dicho estudio –denominado Reporte de hallazgos; incidente de seguridad, caso Piedras Verdes, el cual fue dado a conocer por este diario, fue entregado en su oportunidad al secretario general (que entonces era Mauricio Farah)
, mismo que fue comentado por su servidor a los cinco comisionados en la reunión destinada para este propósito, en noviembre pasado
, aclara Méndez Calatayud a Laveaga.
Por si fuera poco, le recuerda que el dictamen técnico del incidente de seguridad y estos documentos se elaboraron para dar cumplimiento a la instrucción girada por la comisionada presidenta (en referencia a Jacqueline Peschard), con el propósito de acopiar la información necesaria y hacerla llegar al órgano máximo de este instituto para dilucidar el asunto que comento
.
Después –precisa al responsable del Ifai–, le recuerdo el estado de las pláticas con la UNAM, de las que se desprende que aún no hay un convenio formal para hacer las investigaciones para evaluar el grado de vulneración de los sistemas informáticos del instituto.
Así también, le informo que incluyendo una realizada esta mañana, hemos sostenido seis reuniones con el personal de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación de la UNAM, cuyo titular es el doctor Felipe Bracho, a fin de proveerles de toda la información que requieran para realizar las revisiones y análisis requeridos para su intervención de análisis del propio incidente de seguridad, del cual me han solicitado les enviemos a la brevedad una solicitud por escrito, especificando el objetivo perseguido
.
No obstante lo anterior, el organismo afirmó el pasado lunes que Sigrid Arzt fue quien hizo la solicitud para hacer un análisis respecto a si su “dirección IP –protocolo de Internet– ha sido violada por terceros”.
Aún no hay entrega oficial de resultados
De igual forma, aseguró que las investigaciones internas del instituto no han sido entregadas oficialmente para el conocimiento de los consejeros
, y sugirió que la máxima casa de estudios ya está involucrada en el caso.
A su vez, y pese a las graves acusaciones que involucran a Sigrid Arzt por conflicto de intereses, el Órgano Interno de Control (OIC), dependiente de la Secretaría de la Función Pública (SFP), no sólo demoró ocho días en iniciar la investigación correspondiente, sino que mantiene en completo hermetismo el cauce de las indagaciones.
Así, la titular del OIC en el Ifai, Claudia Yolanda Ibarra Palafox, justificó que no puede dar ninguna información del caso porque es una forma de control
que tiene la propia SFP. Todos los contralores –dijo–, que ascienden a cerca de 250, tienen prohibido dar entrevistas
.
Incluso, habló de una norma
que presuntamente señala tal prohibición. Pero cuando se le pidió que mostrara tal reglamento, dijo que se trata de una regla no escrita
.
Este diario pidió una entrevista con la funcionaria, y más tarde, de parte de su oficina se le dio una hora para realizarla. Sin embargo, ya en el lugar y de forma descortés, la funcionaria ordenó al reportero gráfico no ingresar a su oficina y dijo que no había ninguna entrevista
.