Miércoles 30 de enero de 2013, p. 34
Orizaba, Ver., 29 de enero. Luis Arellano Ríos, originario de Orizaba y ganador de una medalla de oro en la vigésima edición de la Unión Internacional de Arquitectos, dijo: “Al cambiar el uso de un edificio u otro espacio, es lógico que su construcción sea alterada para adaptarlo al nuevo uso.
Si convierten un asilo de ancianos en un centro comercial, es de suponer que van a destruir los jardines para construir más pabellones y luego derribarán paredes y abrir huecos para adecuarse a los propósitos del comercio
, señaló.
La ventana de una vivienda no alcanza para un local comercial, y la puerta de una habitación tampoco es suficiente para un comercio. Tienen que abrir, hacer los espacios más altos y más anchos, bajar ventanas. Hacerlo en un edificio que no tiene mérito arquitectónico es posible, pero uno que sí lo tiene, como es el caso de Mier y Pesado, debe ser respetado
.
Verbenas de activistas
Un grupo de ciudadanos formó la organización Los Orizabeños Unidos Pro Conservación del Edificio Mier y Pesado, que cada fin de semana organiza verbenas y distribuye información sobre la situación del edificio; asimismo ha publicado cartas abiertas a las autoridades locales para expresar su rechazo a que Walmart sacrifique un inmueble de valor artístico.
Gustavo Alvarado Ortiz, quien ha publicado un libro y colabora en revistas locales sobre turismo y en estudios socioeconómicos relacionados con Orizaba, se manifestó en contra del proyecto por considerar que amenaza uno de los edificios más bellos de la localidad.
“En cada ciudad del país hay un Sam’s o un Walmart, y los mexicanos exhiben como joyas estas tiendas extranjeras que nos han invadido en forma tremenda, y en cierto modo no son malas; uno va a comprar ahí, pero de eso a que quieran ponerse en el lugar que se les ocurra, pasando sobre las costumbres y el gusto por el arte, por las cosas que se deben conservar, eso no lo vamos a permitir”.