Nueva ola de ataques coincide con crisis política de Nuri Maliki
Miércoles 23 de enero de 2013, p. 27
Bagdad, 22 de enero. Al menos 25 personas murieron este martes y decenas resultaron heridas en varios atentados con coche bomba en Bagdad y sus alrededores y en el norte de Irak, informaron fuentes de seguridad y médicas.
Los atentados más sangrientos ocurrieron en un punto de control militar, una base del ejército y un barrio poblado mayoritariamente por chiítas, confesión a la cual pertenece el primer ministro Nuri Maliki.
Seis personas fallecieron en el estallido de un coche bomba cerca de una base del ejército en la ciudad de Taji, 25 kilómetros al norte de Bagdad, según un oficial y una fuente médica. Por lo menos 20 personas resultaron heridas.
Al sur de la capital, en la ciudad de Mahmudiya, cinco personas fallecieron y 14 sufrieron heridas en un atentado suicida con coche bomba, afirmaron varios funcionarios locales.
Un tercer vehículo estalló cerca de un mercado en el barrio de mayoría chiíta de Shula, en el norte de la capital iraquí, con saldo de cinco víctimas fatales y 12 lesionados.
Por otra parte, cuatro empleados de una compañía petrolera estatal y un encargado de seguridad que llevaban dinero para los empleados de las refinerías de la región perecieron en un ataque cerca de la ciudad de Baiji, 200 kilómetros al norte de Bagdad.
Además, varios tiroteos y otros actos de violencia en provincias del centro y norte del país dejaron cuatro muertos.
Se trata de la primera serie de atentados, luego de cuatro días de calma relativa, consecutiva a los ataques del 15 y 17 de enero reivindicados por la rama iraquí de la red Al Qaeda, en los que fallecieron al menos 88 personas.
Esta nueva serie de ataques coincide con una crisis política, en momentos en que aliados o ex aliados del primer ministro chiíta Nuri Maliki lo acusan de autoritarismo y ocurre en medio de manifestaciones antigubernamentales en varias zonas del país desde hace más de cuatro semanas.
Las protestas iniciaron pocos días después del arresto de guardaespaldas del ministro de Finanzas, el sunita Rifaa Isawi.
En ese contexto, las autoridades anunciaron la liberación de 888 personas que fueron detenidas el pasado 7 de enero a los que se sumaron mil 41 presos liberados bajo fianza, en un gesto hacia los inconformes.
Estos desacuerdos políticos se empezaron a expresar abiertamente en diciembre de 2011, cuando se retiraron las últimas tropas estadunidenses que invadieron el país petrolero el 21 de marzo de 2003 con el pretexto de que el entonces presidente Saddam Hussein escondía armas de destrucción masiva, las cuales nunca fueron encontradas.
El bloque laico Iraqiya acusó a Maliki de ejercer el poder de modo autocrático. Los desacuerdos se intensificaron en torno al reparto de ingresos del petróleo entre la región autónoma kurda y el poder central.