Los automotores blindados se destinarían a los altos mandos
Lunes 21 de enero de 2013, p. 12
Antes de su desaparición e integración a la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal pidió a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público autorizar presupuesto para renovar su flota de automóviles, camionetas y camiones blindados, lo que costaría al erario 82 millones de pesos.
En diciembre pasado, en un escrito enviado por la entonces Dirección Central de la SSP federal, el despacho que ahora encabeza Manuel Mondragón y Kalb informó a la Secretaría de Hacienda su intención de invertir 13 millones 69 mil pesos en la compra de cuatro camionetas blindadas, un camión y dos automóviles que se destinarían a los altos mandos de esa dependencia, incluidos funcionarios como el titular y el oficial mayor.
Sin embargo, la petición se hizo considerando el esquema de la SSP federal, la cual ya no existe actualmente, pues todas sus funciones fueron absorbidas por la Secretaría de Gobernación.
Apenas el 13 de diciembre pasado, la División de Seguridad Regional de la Policía Federal publicó en Compranet un procedimiento de adjudicación directa simplificada para comprar 40 camionetas Grand Cherokee blindadas, modelo 2013, y en el proyecto de inversión respectivo se detalló que gastarán 69 millones 182 mil pesos.
Los recursos del Presupuesto de Egresos para el presente año asignados en 2012 a la SSP siguen disponibles.
De los siete vehículos para mandos, una sería para el titular de la SSP federal, aunque desde el inicio de este sexenio ya no hubo tal funcionario, sino sólo un encargado del despacho. Otras cuatro son para los subsecretarios. Una camioneta está destinada al oficial mayor de la SSP, y una más como reserva.
El proyecto de inversión explica que el sector central de la SSP nunca contó con vehículos blindados, sino que siempre se manejó con unidades prestadas
por los órganos desconcentrados, como la Policía Federal y el Órgano de Prevención y Readaptación Social.
El blindaje solicitado es nivel V, capaz de soportar ataques con fusiles de asalto calibre 7.62, lo que elevó a 1.7 millones de pesos por unidad el costo de 1.3 millones que la empresa Jeep ofrece.