Viernes 18 de enero de 2013, p. 33
Buenos Aires, 17 de enero. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien se encuentra en una gira oficial fuera del país, así como altos funcionarios gubernamentales, desmintieron en los últimos días informaciones falsas publicadas por los periódicos Clarín y La Nación en el marco de una guerra mediática que no cesa.
En el primer caso, Clarín y sus repetidores de TV, afirmaron que la mandataria se alojaba en el hotel más caro de los Emiratos Arabes, a lo que Fernández de Kirchner respondió que la delegación argentina está invitada con alojamiento en el país anfitrión.
De la misma manera se refirió a una noticia del diario La Nación, que puso en duda el estado de la flota de aeronaves del gobierno."Otra vez sopa, ahora La Nación con mentiras sobre las aeronaves del gobierno nacional. ¿Será porque conté que La Nación no paga aportes previsionales? publicó la presidenta en su cuenta oficial de Facebook.
Por su parte, Oscar Parrilli Secretario General de la Presidencia, divulgó un desmentido oficial en referencia a la noticia sobre el estado de la flota de aeronaves, en el que señaló que: “Ayer Clarín hoy La Nación, asociados en la mentira y la desinformación".
Sostuvo que "de manera alternada, ambos matutinos porteños han pergeñado una campaña estival de desprestigio del gobierno nacional manipulando la información con el único fin de encubrir sus mayores pecados: seguir incumpliendo las leyes".
Como se dio a conocer oficialmente en su momento, la Presidencia debió alquilar una nave para este viaje de Fernández de Kirchner ante la amenaza de algunos Fondos Buitres de apoderarse del avión presidencial.
Hace tres días el canal TN del grupo Clarín divulgó en repetidas ocasiones una noticia que causó estupor en la comunidad, sobre un empresario secuestrado y asesinado y cuyo cuerpo apareció en el baúl de un auto frente a una comisaría de Lanús, provincia de Buenos Aires.
Pero con intervención de redes sociales, se conoció que ese trágico episodio ocurrió en realidad en 2007 y el canal lo presentó como un hecho actual.
El intendente de Lanús, Darío Díaz Pérez del oficialista Frente para la Victoria, denunció que este grave hecho responde a una campaña en su contra.
Este es un hecho muy grave en el entramado noticioso y judicial que significa la lucha por impedir la aplicación en todos sus alcances la Ley de Medios Audiovisuales, aprobada por el Congreso y la Corte Suprema y que data del 2009.
Dado que uno de sus artículos establece el fin de los monopolios mediáticos, el Grupo Clarín, la mayor empresa mediática del país, se ha convertido también en el mayor y único oponente, recurriendo a maniobras judiciales que desde hace tres años impiden cumplir la Ley.
Así las cosas, la Autoridad Federal de Servicios Audiovisuales (AFSCA) que debe aplicar esta Ley, estudia ya la admisión de organizaciones sin fines de lucro para ser titulares de radios o canales de televisión.
Hasta antes de la nueva Ley de Medios, el Comité Federal de Radio Difusión (Comfer) tenía entre sus nada gratas tareas perseguir y sacar del aire a las llamadas emisoras truchas
(clandestinas) sostenidas con mucho esfuerzo y sacrificio por organizaciones sociales o humanitarias. El boca a boca de los de abajo
como le llamaban a estas radios que luchaban por la verdad.
Ahora AFSCA tiene la obligación de promoverlas marcando una enorme diferencia entre el pasado y el presente.
Las primeras licencias a organizaciones sociales y comunitarias, bajo el nuevo régimen fueron entregadas a colectivos de Educación Popular como Abrojos
o la Fundación Calchaquí
ambos de Tucuma; la asociación Caxi
, movimiento campesino de Mendoza; Bibliotecas Populares de Córdoba, Cooperativas de Santiago del Estero, y en lugares siempre olvidados como la FM 92.9 de Colonia Victoria, en Misiones.
El interior del país y la serie de radios de las comunidades indígenas dan cuenta del enorme beneficio de recuperar voces con estos medios sin fines de lucro.
Mientras la guerrita mediática
ocupa un gran lugar en la información, no existe una sola publicación en los grandes medios sobre este paso que ha convertido a pobladores de lugares perdidos y aislados en informadores y actores de sus propios proyecto de información y demandas.