Esmeralda Moreno se curtió como boxeadora contra las mejores. En su récord aparecen nombres de peleadoras duras y consagradas. Mariana Juárez, Ana María Torres, Simona Galassi y Alesia Graf fueron algunas de las asignaturas más complicadas. Así se hizo campeona minimosca del Consejo Mundial de Boxeo, siempre a prueba y en riesgo ante contrincantes con ventajas de peso y experiencia.

Sin embargo, ahora se alejará de los cuadriláteros por maternidad y será nombrada monarca en receso por el CMB. Su campeonato fue breve, apenas una defensa, pero está segura de que apenas nazca su hijo volverá para recuperar aquello que tanto le costó.

Esta pausa, acepta, deja al pugilismo femenil sin figuras consolidadas –la Guerrera Torres y Jackie Nava también están embarazadas–, aunque Esmeralda está segura de que tiene argumentos para retomar su carrera.

Claro que se han alejado Nava y Ana María en la misma situación que yo, pero la diferencia con ellas es mi edad: yo tengo 26 años, poseo la fuerza, las ganas y el talento para recuperar lo que tengo. Mi campeonato fue breve, apenas una defensa, porque el embarazo no estaba en mis planes, pero estoy segura de que volveré en cuanto esté lista, comentó.

No es fácil esta carrera para las mujeres, dice la boxeadora, quien tiene una carrera de siete años, durante los cuales ha visto el desarrollo y consolidación del pugilismo femenil en México.

“La maternidad es una circunstancia que nos aleja de nuestra profesión, es como una fractura en los varones, tarda casi el mismo tiempo para que uno esté en condiciones de volver a pelear.

“Mi embarazo llegó en un momento importante de mi carrera, después de todo lo que me costó llegar al campeonato, que no fue fácil, ahora tengo el compromiso de regresar y seguir con lo que empecé. Me queda la espinita de demostrar hasta dónde debo llegar.

El boxeo mexicano femenil puede perder un poco de la presencia que había ganado en los años recientes, pero las peleadoras más jóvenes tienen la oportunidad de ganarse un nombre. No será fácil, pero ahí están, empujando desde abajo, puntualiza Moreno.