Viernes 11 de enero de 2013, p. a15
Bruselas. Apoyado con aletas en sus prótesis, el nadador francés Philippe Croizon se convirtió en la primera persona amputada de sus cuatro miembros en alcanzar más de 30 metros de profundidad en la piscina más honda del orbe. En 1994 el obrero metalúrgico, de 43 años, sufrió una descarga eléctrica de 20 mil voltios al tocar una línea de alta tensión cuando quitaba una antena de televisión.