El concierto del tenor congregó a miles en la Playa Tamarindos
Fue acompañado por la soprano Ana María Martínez
La seguridad estuvo a cargo de 500 policías
Con traje de charro cierra la velada
Domingo 30 de diciembre de 2012, p. 29
Acapulco, Gro., 30 de diciembre. Una noche memorable se vivió en Playa Tamarindos, Acapulco, de la que fueron espectadores y partícipes más de de 15 mil personas, las cuales pudieron disfrutar del maravilloso concierto junto al mar que ofreció el tenor Plácido Domingo, en este puerto turístico.
En beneficio del Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles del estado de Guerrero –proyecto musical que en una primera etapa ha instituido la Orquesta Renacimiento, la cual integra a 320 niños y jóvenes de las colonias suburbanas Zapata, La Venta, La Sabana y Renacimiento, y con el propósito de recuperar la confianza en la entidad– el tenor cantó acompañado por la Orquesta Filarmónica de Acapulco, bajo la batuta de Eugene Kohn y la soprano Ana María Martínez, un repertorio que integró arias operísticas, zarzuela y canción popular mexicana, entre otras, las cuales entusiasmaron al público, que también se ubicaba junto a la playa en embarcaciones de chico y mediano calado, así como en los balcones de los hoteles sobre la costera Miguel Alemán.
Acuérdate de Acapulco, fue el título que se le dio al concierto, cuya ocasión sirvió para que la Orquesta Infantil Renacimiento fuera apadrinada por Plácido Domingo y ofreciera su primera presentación pública, con la interpretación de tres fragmentos de obras, entre ellas Nabuco de Verdi, dirigida por el propio Domingo.
La presentación del tenor –reconocido a escala internacional por su versatilidad y talento– se pudo apreciar desde Tamarindos hasta casi llegar a Playa Papagayo, pues en un tramo de esa zona se instalaron pantallas para que los turistas pudieran oír y observar de manera gratuita las interpretaciones de Domingo, quien en distintas ocasiones fue acompañado por la soprano Ana María Martínez. Fueron miles los espectadores que tuvieron el privilegió de estar de frente al escenario, uno de los más grandes instalados a pie de playa, con más de 12 metros de alto por casi 30 metros de largo.
El diseño y elaboración de la escenografía que enmarcó el espectáculo fue obra de un grupo de jóvenes artistas de la Fábrica de Artes y Oficios, Faro, de la colonia Zapata –a invitación del Instituto Guerrerense de Cultura–, quienes se inspiraron en el arte regional de La Montaña y la Costa Chica, en particular de Olinalá y Xochistlahuaca; para crear unas telas que enmarcaron el escenario.
Además, en la playa se instalaron unos 2 mil petates, que fueron comprados a cinco comunidades del municipio de Chilapa de Álvarez, que sirvieron de gigantesco tapete de playa para que no se hundiera la sillería instalada para el magno espectáculo, que según uno de los asistentes podría ser parte de los récord Guinness.
El concierto se convirtió en uno de los espectáculos más relevantes que se hayan llevado a cabo en Acapulco. A Plácido Domingo se le quiere en el puerto por su solidaridad y porque aún se recuerda cuando hace 14 años, en 1998, ofreció también aquí otro concierto en beneficio de los damnificados del huracán Paulina. Sin olvidar que el tenor escogió ese puerto para pasar su luna de miel.
La velada musical sobre la playa tuvo también la presencia de una enorme y anaranjada luna, que quedó en el horizonte de Placido Domingo, quien cantó Dein ist mein ganzes Herz, Lippenschweigen, Some Enchanted Evening, Tonight, Tonight, Amor, Vida de mi vida, No cantes más la Africana, Júrame y Bésame mucho, entre otras.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, junto con Alejandra Frausto, titular del Instituto de Cultura Guerrerense, ofrecieron hace unos días una conferencia en el Palacio de Bellas Artes, donde destacaron que este tipo de conciertos ayudan a combatir el miedo que existe por motivo de la violencia y contribuyen a recuperar la confianza. De ahí la importancia de seguir manteniendo activa la vida cultural en toda la región, para fortalecer y dignificar las vidas de los ciudadanos
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Como parte de esa estrategia cultural se creó, en tan sólo cuatro meses, la Orquesta Renacimiento, que agrupa a 320 niños que viven en zonas rurales populares de Acapulco, con el afán de alejarlos de la droga y la violencia, y con el propósito de que se conviertan en músicos profesionales.
De acuerdo con la información que se dio a conocer de las autoridades la seguridad del magno concierto estuvo a cargo de 500 elementos de la policía municipal, estatal y federal, además de contar con un patrullaje marítimo por parte de la Octava Zona Naval de Acapulco, que delimitó una zona desde la orilla de la playa hasta 50 metros mar adentro, límite donde se encontraban las embarcaciones.
Como parte del operativo de seguridad se instalaron alrededor de 2 mil vallas en varias secciones de la Playa Tamarindos, desde el área de la Costera Miguel Alemán y en la zona de playa.
Gracias a los auspicios del gobierno estatal, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la asociación Generamúsica, se pudo llevar a cabo este espectacular concierto, que igual sirvió para celebrar el fin de año.
La velada continuó con el tenor cantando El día que me quieras a dúo con la soprano y en compañía de su hijo también de nombre Plácido.