Estadunidenses no perdonarían una herida autoinflingida políticamente, advierte Obama
Reunión del presidente en la Casa Blanca con los líderes demócrata y republicano del Congreso
Alerta ante la posibilidad de que aumento de impuestos y recortes al gasto provoquen recesión
Sábado 29 de diciembre de 2012, p. 24
Washington, 28 diciembre. El presidente estadunidense, Barack Obama, se reunió este viernes con líderes de los partidos Demócrata y Republicano en el Congreso, en la Casa Blanca, en su último intento por lograr un acuerdo para evitar un precipicio fiscal
. Wall Street cerró con saldo negativo debido a la preocupación de los inversionistas por la reunión en la Casa Blanca, al grado que el Dow Jones perdió 1.21 por ciento y el Nasdaq 0.86 por ciento.
El mandatario declaró estar levemente optimista
de llegar a un acuerdo antes de terminar el año y calificó de constructivas las conversaciones mantenidas con los líderes del Congreso. Obama encargó al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, y a su homólogo republicano, Mitch McConnell armar un plan en forma conjunta.
Al encuentro de este viernes asistieron además el presidente de la Cámara de Representantes, John A. Boehner, la dirigente demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi; el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, y el vicepresidente Joe Biden.
Espero que esto se pueda lograr
, dijo Obama al término de la reunión, al insistir en que espera una solución de último minuto para evitar el llamado abismo fiscal
, que acarrearía la entrada en vigor de duras medidas de austeridad y el aumento de impuestos para la clase media.
Los líderes del Congreso señalaron que intentarán ofrecer una recomendación en las siguientes 48 horas; es decir, para el domingo, un día antes de que venza el plazo.
Si los líderes no logran alcanzar una solución de compromiso, Obama planteó someter a votación por la positiva o negativa
su propuesta, con la cual los impuestos se incrementarían sólo para los estadunidenses con ingresos superiores a los 250 mil dólares por año, al tiempo que se extenderían los beneficios para desempleados y se suspendería la mayoría de los recortes drásticos del gasto que entrarán en vigor el primero de enero.
Ahora estamos en el último minuto. El pueblo estadunidense no será paciente con una herida autoinflingida políticamente a nuestra economía
, advirtió el mandatario.
Obama se reunió previamente durante más de una hora con los líderes en el Congreso de ambos partidos.
Si los demócratas y los republicanos no logran un acuerdo para remplazar las medidas de austeridad que entrarán en vigor a comienzos de año, éstas podrían llevar a la economía estadunidense a la recesión, según estiman los expertos.
El mandatario y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, se han reunido en varias ocasiones en las últimas semanas para sellar un acuerdo. Las discusiones se estancaron por las diferencias en torno a los incrementos tributarios. Boehner se opone al plan del mandatario y propone un aumento impositivo para los ciudadanos que ganen más de un millón de dólares por año. Si no logran un acuerdo, el incremento afectará a la mayoría de los estadunidenses.
Tenemos la obligación de hacer lo mejor que podamos, y le dejé muy en claro a la Casa Blanca de que haremos lo mejor que podamos
, dijo Reid, quien calificó las próximas 24 horas de cruciales.
Lo que sea que logremos elaborar será imperfecto
, aseguró el demócrata ante el Senado tras el encuentro en la Casa Blanca.
Recuento del abismo fiscal
El llamado abismo fiscal
es un incremento generalizado de impuestos que incluye fuertes recortes al gasto público. Medidas que entrarán en vigor automáticamente si no se llega a un acuerdo antes del próximo primero de enero. Si las diferencias se prolongan en la primera quincena de enero se teme que provoque turbulencia en las bolsas. Si el desacuerdo persiste durante meses, el impacto sería mucho más grave y algunos analistas temen una recesión.
La falta de acuerdos entre los republicanos que quieren una drástica reducción del gasto público para reducir el costo del peso de la deuda. Pero se oponen a cualquier subida de impuestos. El mandatario Obama es partidario de una reducción más suave del gasto. Quiere prolongar las reducciones fiscales para quienes tienen ingresos inferiores a 250 mil dólares y eliminarlas para las rentas más altas. Los republicanos son partidarios de mantener las reducciones para todos. Ambas partes se han mantenido casi inamovibles en sus posiciones.
Todo lo que ocurra en la economía de Estados Unidos tendrá una repercusión automática sobre la economía mundial. El abismo fiscal
supondrá una acción de la actividad económica en Estados Unidos que tendrá consecuencias negativas sobre el resto del mundo. En las primeras semanas de enero puede que el impacto sea más limitado, pero a medida que se prolongue la crisis, mayor será la amenaza sobre el crecimiento. Si el desacuerdo se alarga durante meses, Estados Unidos podría entrar en recesión, y todos los demás países se verían muy negativamente afectados.