En la refriega uno perdió un ojo
Otro permanece en coma
La agresión, directa
Viernes 28 de diciembre de 2012, p. 29
La noche de ayer fueron liberadas las 14 personas que permanecían en reclusión por los desmanes ocurridos el 1º de diciembre pasado, pero queda abierto el expediente de lo ocurrido en San Lázaro, donde oficialmente se reportaron 29 heridos que fueron atendidos en el hospital de la Cruz Roja Mexicana en Polanco.
Aunque el estudiante de la UACM Uriel Sandoval, quien perdió el ojo por el impacto de un proyectil, y el profesor de teatro Juan Francisco Kuykendall, quien sufrió una fractura en la cabeza que le provocó la exposición de la masa encefálica y continúa en estado de coma, fueron los heridos más visibles, el daño no quedó ahí.
Testimonios de heridos y manifestantes en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro indican que al menos un centenar de personas resultaron con golpes por disparos de balas de goma, esquirlas, heridas en el rostro y distintas partes del cuerpo, provocadas por distintos objetos lanzados por elementos de la Policía Federal.
Al principio hasta nos podíamos acercar a las vallas a grabar a la Policía Federal, pero de pronto algo cambió, como que reciben la orden y empezaron a asomar las armas. Había muchos gases y algunos no pudimos correr
, explica Daniel, quien muestra su brazo aún morado por un impacto y estuvo sin poder moverlo cerca de una semana.
Queremos presentar denuncias, pero tenemos miedo de que haya represión y también nos detengan
, explicaron varios de ellos, por lo que sus nombres fueron cambiados.
Otro joven herido en San Lázaro cuenta: No sólo fueron gases que nos dispararon de todos lados. Fue un ataque directo con proyectiles que estallaban. Nosotros pensamos que eran granadas, pero al hacer explosión aventaban esquirlas. Ésas sí nos jodieron
.
Las denuncias por lo ocurrido en las inmediaciones de San Lázaro han sido puestas en las redes sociales, como en la página 1dmx.org, donde se pueden ver fotos con las heridas producidas por los proyectiles lanzados desde las barricadas resguardadas por policías federales.
De acuerdo con los testimonios recabados, las agresiones se dividieron en dos momentos:
La primera fue alrededor de las 6 horas, cuando jóvenes encapuchados trataron de abrir las vallas y fueron repelidos con gas lacrimógeno y disparos, que según los testigos eran balas de goma.
Alrededor de las 8:30 horas, Kuykendall, de 67 años, quien se encontraba en avenida Eduardo Molina, fue herido en la cabeza, al parecer por una granada de gas lacrimógeno. La gravedad de su herida hizo que los doctores le indujeran el estado de coma.
Tras la agresión, explicaron, los ánimos se encendieron
y, cerca de las 9 horas, algunos manifestantes estrellaron un camión de volteo contra las vallas metálicas. La policía aguantó vara, pero después de eso algo cambió, como que decidieron darnos en la madre
, explicó un joven universitario que participó en la manifestación.
Poco después, detallaron, empezaron a correr los gritos de bala, bala, bala
y fue cuando cayó herido Uriel Sandoval y otros con heridas menores, pero todos en el rostro, porque nos dispararon directamente
.