En respuesta a la movilización del pasado día 21 de más de 40 mil bases de apoyo zapatistas en diversos municipios de Chiapas, el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, declaró: todavía no nos conocen; que no se adelanten, pues hay muchos compromisos con los pueblos indígenas de parte del presidente Enrique Peña Nieto.

El funcionario aseguró también que la administración federal que inicia buscará acercamiento y solución a los problemas de estos grupos. El presidente Peña sabe y conoce los problemas, por eso apoyará a los pueblos indígenas y particularmente verá las demandas del pueblo de Chiapas, añadió Osorio Chong en declaraciones a La Jornada.

El pasado viernes, procedente de los cinco caracoles zapatistas de la selva Lacandona, los Altos y la zona norte, así como los pueblos mayas en rebeldía (tzeltales, tzotziles, choles, tojolobales y mames) además de zoques de Chiapas, desfilaron de manera silenciosa y con el rostro cubierto hasta ocupar las plazas centrales de los municipios de Ocosingo, San Cristóbal de las Casas, Palenque, Altamirano y Las Margaritas.

Frente a esa manifestación acompañada por un breve comunicado signado por el subcomandante insurgente Marcos y dirigido a quien corresponda, el gobierno federal, por conducto del encargado de la política interna de la nación, respondió que existe interés y compromisos concretos de parte del presidente Peña Nieto para con los indígenas de todo el país y particularmente de Chiapas.

El antecedente más reciente sobre los compromisos de la administración de Peña Nieto y las principales fuerzas del país está consignado en el Pacto por México, firmado en el Castillo de Chapultepec el pasado 2 de diciembre.

Ahí, en el punto 1.6 referido a los derechos de los pueblos indígenas, se admite que el Estado mexicano tiene una deuda histórica con esas comunidades y se señala además que las cifras más recientes de pobreza en México confirman la exclusión de los indios del desarrollo nacional.

Casi siete de cada 100 mexicanos son hablantes de una lengua indígena. De estos, ocho de cada 10 son pobres, la mitad de los cuales vive en pobreza extrema.

Se indica además que para revertir esta injusta situación se creará una política de Estado para que los indígenas ejerzan en la práctica los mismos derechos y oportunidades que el resto de los mexicanos.

De manera destacada, en el índice relativo al fortalecimiento de las comunidades indígenas se subraya que se llevará a la práctica el reconocimiento efectivo de las comunidades y pueblos indígenas como entidades de derecho e interés públicos, realizar la planeación comunitaria de sus proyectos de desarrollo, así como asociarse libremente con otras comunidades o municipios para promover proyectos comunes que impulsen su desarrollo”.

Los indígenas, añade el pacto, son una prioridad de Estado y por tanto una prioridad presupuestal.

Para ello el documento de referencia asegura que habrá un incremento sustancial de los presupuestos para que la educación y la salud de calidad lleguen a la población indígena, y al mismo tiempo se menciona la realización de inversiones históricas en infraestructura y acceso al crédito para los pueblos indígenas.

En el mismo Pacto por México quedó plasmada también la obligación del Estado de garantizar que la lengua y la cultura indígenas no sean una limitante para ejercer derechos, como el acceso a la justicia y a la educación.