Viernes 21 de diciembre de 2012, p. 28
Washington, 20 de diciembre. El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner, enfrentó un vergonzoso revés este jueves cuando no logró unir a los legisladores republicanos detrás de un proyecto de ley diseñado para conseguir concesiones del presidente Barack Obama en las negociaciones sobre el abismo fiscal
.
Cuando faltan 12 días para que expire una ley que data del gobierno de George W. Bush, que recorta los impuestos a las rentas más altas, el plan B
de Boehner proponía un alza de impuestos para la franja de contribuyentes cuyos ingresos superen el millón de dólares, pero la iniciativa no encontró eco en los sectores más conservadores del Partido Republicano.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, consideró que la convocatoria de Boehner para tratar ese proyecto en la Cámara era un acto inútil, en un momento en el cual el país no puede darse ese lujo
.
Si el Congreso no logra un acuerdo antes del fin del año para evitar el precipicio fiscal, que significaría la aplicación de recortes automáticos del gasto y alzas de impuestos, el país podría entrar en un nuevo periodo de recesión, según advierten diversos analistas. Las negociaciones para alcanzar un consenso se aplazaron hasta después de la Navidad.
Boehner no logra respaldo
Boehner esperaba mostrar que tenía el respaldo total de su partido al aprobar un proyecto de ley, conocido como plan B
, en la Cámara de Representantes que limitaría las alzas de impuestos a los estadunidenses más ricos, es decir, a quienes ganan más de un millón de dólares anual y que representan el uno por ciento de la población estadunidense, mucho menos que lo que quiere Obama.
Pero Boehner canceló la votación después de que no logró reunir los votos suficientes en su partido.
La Cámara no tomó la medida tributaria hoy porque no tenía el respaldo suficiente de nuestros miembros para aprobarla
, dijo Boehner en un comunicado, luego de que se reunió con otros líderes de su partido. El representante Harold Rogers de Kentucky dijo que no sabía qué ocurrirá ahora.
Obama y Boehner buscan lograr un acuerdo antes de año nuevo, cuando los impuestos subirán automáticamente para casi todos los estadunidenses y el gobierno deberá reducir sus gastos en programas domésticos y militares. El golpe por 600 mil millones de dólares podría arrojar a la economía del país a la recesión.
Obama y Boehner han prometido que alcanzarán un acuerdo antes de esa fecha. Las negociaciones parecen seguir el patrón de 2011.