Encarga mantener la seguridad
hasta resultado del referendo
Martes 11 de diciembre de 2012, p. 25
El Cairo, 10 de diciembre. El presidente egipcio, el islamita Mohamed Mursi, otorgó poderes especiales al ejército, el cual a partir de este lunes tendrá la facultad de arrestar a civiles con la intención de mantener la seguridad y proteger las instalaciones vitales del Estado
hasta el anuncio el sábado sobre el resultado del referendo sobre la nueva constitución que tiene dividido al país.
El mandatario pidió al ejército apoyar a los servicios de policía en total cooperación para mantener la seguridad temporalmente hasta el anuncio del resultado del referendo sobre la constitución
, informó el diario oficial.
En un comunicado, Amnistía Internacional denunció el texto al señalar que en él hay una peligrosa falla que podría hacer que se procesen a civiles en tribunales militares
.
La medida es consecuencia de los enfrentamientos y las manifestaciones multitudinarias de días recientes en El Cairo entre partidarios y detractores de Mursi, muchos de ellos de la Hermandad Musulmana, el partido político religioso que lo llevó al poder, luego que el mandatario mediante un decreto aumentó considerablemente sus poderes el 22 de noviembre pasado.
El ejército, que dirigió Egipto desde la caída de Hosni Mubarak, en febrero de 2011 y hasta las elecciones presidenciales de junio pasado, quiere mantenerse neutral en la crisis e hizo un llamado al diálogo entre ambas partes.
Desde el jueves los tanques y las fuerzas armadas están desplegados en los alrededores del palacio presidencial Al Ethadeys en El Cairo pero no han tomado ninguna acción contra los miles de manifestantes en el lugar.
La oposición, formada mayoritariamente por grupos seglares, liberales y de izquierda, considera que el borrador de la nueva constitución no garantiza libertades fundamentales como la religiosa o los derechos de las mujeres y recorta además la independencia del poder judicial.
A pesar de las protestas, Mursi decidió seguir adelante con el referendo, que según el presidente es la garantía para seguir con la transición política tras los 30 años de régimen autocrático de Mubarak.