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El director José Areán hace un balance de la filarmónica al término de sexenio

Vive buen momento artístico la OFCM, estima su titular

Aunque persisten severos problemas laborales por resolver, la orquesta se mantiene de forma estable, dice a La Jornada

Espero que el contacto con la sociedad se mantenga vivo, indica

 
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de diciembre de 2012, p. 3

La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) concluye sexenio de forma estable y en buen momento artístico, aunque todavía existen severos problemas laborales por resolver.

Así lo resume José Areán, quien desde junio de 2011 asumió las riendas de la agrupación en calidad de director huésped principal, luego de que permaneció acéfala durante tres años y medio, y cuyo contrato termina este diciembre, a la par del cambio en la administración del DF.

La OFCM está en un momento de estabilidad, propicio para dar un salto de desarrollo cualitativo y cuantitativo. Y eso debe impactar en la sociedad, porque, sin duda, la agrupación puede reflejar muy bien todo lo que es esta gran urbe, destaca el músico en entrevista, previa al último programa de la temporada 2012, cuyos dos conciertos serán este sábado 8 y domingo 9 de diciembre.

Me voy satisfecho de esta primera etapa, sin dejar de desear que haya continuidad ni de agradecer la enorme prestancia de los músicos, que en todo momento han dado su mayor capacidad, tanto en los conciertos en la sala como en las giras que hicimos por la ciudad, que es algo que recuperamos, los espacios públicos.

Atrilistas de primer nivel

Este balance positivo se contrapone a la manera conflictiva y turbulenta como la orquesta capitalina comenzó la gestión de Marcelo Ebrard al frente de la jefatura de Gobierno del DF.

Serios problemas de tipo laboral y administrativo, así como una marcada división entre los músicos fue el panorama heredado de administraciones anteriores, que se agudizaron en la que concluye.

La confrontación abierta entre artistas y autoridades se mantuvo hasta que, a finales de 2007, la entonces titular de la Secretaría de Cultura del DF, Elena Cepeda, encaró el conflicto e impuso una política de mano dura.

Ello se tradujo, entre otros aspectos, en la no renovación del contrato de Enrique Barrios como titular de la orquesta, y la rescisión laboral de algunos músicos. Pero también en la solución, en parte, de esos problemas laborales y administrativos, así como la cobertura de plazas artísticas que permanecían vacantes.

No obstante esos avances, José Areán subraya que aún hay severos problemas laborales para los integrantes de la orquesta, los que se pueden solucionar. En particular, se refiere a los relacionados con jubilaciones y pensiones.

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Intérprete de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, agrupación que ha puesto énfasis en el público infantil, con la organización de conciertos didácticosFoto José Antonio López

A pesar de que los músicos de la OFCM no tienen una percepción baja, el salario base sí es muy bajo. Después de prestar 25 o 30 años de servicio a la orquesta, se pensionan con una cifra indigna de 2 mil o 2 mil 500 pesos al mes; son migajas, sostiene.

“Esa situación no puede continuar, se tiene que atender. Estoy seguro de que las autoridades lo tienen claro, espero voluntad política y apoyo de su parte para ayudar al respecto.

Está claro que los de esta orquesta son músicos de primer nivel, que hacen muy bien su trabajo y están contentos de servir a la sociedad. Por eso la OFCM indiscutiblemente se ubica entre las mejores de Latinoamérica.

A lo largo del año y medio más reciente, según Areán, la orquesta capitalina ha mostrado nivel de consistencia y estabilidad en cuanto a la programación, con ejes muy claros que han incluido desde la celebración de onomásticos hasta el contacto directo con compositores nacionales.

Areán destaca el énfasis puesto en el público infantil, que ha implicado conciertos didácticos, además de estrenos nacionales y continentales e incluso el encargo de obra, aspecto este último que, dice, estuvo relegado durante casi una década.

De igual manera, resalta el interés por la música contemporánea, “a partir de buscar el diálogo con la actualidad. Ejemplo muy claro es el Réquiem de guerra, que dedicamos a los 60, 70 mil muertos que ha habido en este país por la guerra que padecemos”.

El director huésped principal de la OFCM subraya la integración, por vez primera después de muchos años, de un consejo consultivo con personajes de los ámbitos de la composición, interpretación y literatura, cuyas reuniones han ocurrido con periodicidad bimestral.

Espero que esta instancia continúe, para poder seguir nutriendo a la orquesta de ideas fuera de ella y se mantenga vivo el contacto con la sociedad.

Para finalizar, el músico, por una parte, rechaza que haya recibido ya una oferta para quedarse en su actual puesto y, por otra, asegura que ya dejó integrada la propuesta de programación para la primera mitad de 2013.