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David Petraeus, Mark Hurd y Brian Dunn, entre los casos

Funcionarios y jefes de empresas pierden sus cargos por aventuras extramaritales
 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de diciembre de 2012, p. 27

Nueva York. Pocas veces un romance había generado tantos titulares como el del ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) David Petraeus y su biógrafa Paula Broadwell. Se llegó a hablar de un peligro para la seguridad nacional en Estados Unidos. El ex general tuvo que dimitir, mientras el affaire es cada vez más opaco. Pero no es el único. Su destino lo comparten numerosos directivos estadunidenses que perdieron sus puestos debido a aventuras extramatrimoniales. Aunque no siempre el lío de faldas fue el motivo. Muchos, simplemente, cargaban a la empresa los costos de su disfrute.

–Mark Hurd, de Hewlett-Packard (HP). Con la salida de Mark Hurd, en agosto de 2010, comenzó también la caída de Hewlett-Packard, antaño el mayor grupo informático del mundo. Hurd tuvo un romance con una guapa mujer rubia, a la que HP contrataba de cuando en cuando. No se sabe hasta dónde llegó la aventura. Ambas partes afirman que no llegaron a intimidades. Pero el ex presidente invitó a la actriz ocasional y madre soltera varias veces a almorzar con cargo a la empresa, lo que implicó su fin en HP.

Su salida resultó funesta para la compañía. Hurd había logrado que HP no saliera mal parada de la crisis económica, ampliando el negocio y siguiendo un rígido plan de ahorro. Lo sustituyó el alemán Leo Apotheker, ex directivo de SAP, que adquirió el desarrollador de software británico Autonomy. La compra resultó ruinosa, los clientes perdieron la confianza en HP y las ventas de PCs e impresoras cayeron. Apotheker fue remplazado por Meg Whitman, quien se vio obligada a anunciar pérdidas millonarias. Sin embargo, a Hurd le va bien. Ahora es copresidente del grupo de software Oracle y no hay indicios de nuevos líos de faldas.

–Brian Dunn, de Best Buy. En su caso, su salida también fue inoportuna. Best Buy, la mayor empresa de electrónica de Estados Unidos, obligó a dimitir en abril a su director ejecutivo Brian Dunn por su presunta relación con una empleada mucho más joven. El fundador de la empresa y jefe del consejo de administración Ruchard Schulze también se vio afectado por el caso, porque ocultó pruebas sobre el comportamiento de Dunn. Best Buy se quedó sin cúpula directiva en un momento en que empresas especializadas en venta online, como Amazon, acaparan clientes.

–Chistopher Kubasik, de Lockheed-Martin. Su caso salió a la luz apenas horas después de la dimisión de Petraeus. Christopher Kubasik iba a ser en enero el nuevo director gerente del gigante de equipamiento Lockheed-Martin, pero el directivo, quien hasta entonces se ocupaba de las operaciones diarias, tuvo una aventura con una empleada. La empresa lo acusó de violar normas éticas, y Kubasik dimitió. Su sucesora es Marillyn Hewson.

–Harry Stonecipher, de Boeing. Algo más atrás en el tiempo se remonta el caso del ex presidente de Boeing. Su caída ocurrió en 2005, debido al incumplimiento de normas éticas que él había impulsado. Tuvo un affaire con una directiva femenina, se argumentó entonces. Boeing le exigió su renuncia y su esposa, con la que llevaba 50 años casado, solicitó el divorcio.

Fue doble mala suerte para el donjuán. Stonecipher estaba en realidad jubilado cuando Boeing lo llamó para reactivar la empresa durante un breve periodo. El hasta entonces director ejecutivo había tenido que dimitir por otro escándalo relacionado con el Pentágono. Finalmente, Jim McNerney tomó las riendas de Boeing y sigue al frente hasta hoy.