En el último día de su gobierno, que ejerció tras una de las elecciones más objetadas y polémicas del país, el presidente Felipe Calderón agradeció, con voz entrecortada, al pueblo de México el voto y el respaldo que hace seis años –según dijo– le dieron los mexicanos para conducir los destinos de la nación.

Además, en un gobierno cuestionado por las decenas de miles de muertes derivadas de la guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, el mandatario reconoció que hubo muchas cosas que pudieron haberse hecho de diferente o mejor manera, pero sí puedo asegurarles que tengo la certeza de haber actuado pensando siempre en el bien de México.

Calderón inauguró la segunda sección del Parque Bicentenario, en el predio que antiguamente ocupaba la refinería en Azcapotzalco. Ante vecinos de la zona, él mismo recordó que éste era su último día de trabajo como presidente de México, y que a partir del primer minuto de este sábado recuperaría su condición de simple ciudadano.

País fortalecido

Este, su último discurso en acto público, fue de 23 minutos. Con un acento fuerte, hizo un repaso de las grandes obras de su gobierno, pero también a los graves problemas y adversidades que debió enfrentar. Y de todas, dijo, “el país salió adelante, y hoy México tiene una economía fuerte y en crecimiento, generadora de empleos.

Muchas gracias a todos y hasta pronto, querido México, fueron sus últimas palabras en el acto.

Sin embargo, varias veces durante el discurso, emotivo en la parte final, estuvo a punto de que se le quebrara la voz. Así fue cuando él mismo citó el fin de su gobierno, y cuando agradeció a su esposa, Margarita Zavala, y a sus hijos por el apoyo y la comprensión.

Felipe Calderón y su hijo menor, ayer en el parque Bicentenario, en AzcapotzalcoFoto José Antonio López

Destacó que durante su gobierno puso toda su voluntad y entendimiento para construir el bien común de la patria, siempre al límite de sus capacidades y limitaciones. Concluyo este ciclo, y hoy que es mi último día y mi último mensaje a ustedes y a los mexicanos, debo decirles que no tengo en mi alma y en mi corazón más que una enorme y sincera gratitud, fue el otro de los momentos en que la voz parecía que se quebraba.

Luego, el Presidente recorrió las instalaciones del parque, que incluye un lago artificial, y visitó el ahuehuete que en ese mismo lugar sembró en 2007, cuando empezaban las obras de limpieza y creación del parque. Acompañado por su esposa Margarita y Juan Pablo, el menor de sus tres hijos, posó para la foto.

En la última aparición de su jornada como presidente, Calderón desayunó con legisladores y dirigentes panistas en Los Pinos, y se reunió en privado con los miembros de su gabinete de seguridad para realizar el último reporte del estado que guarda el país en esta materia, mismo que será entregado al equipo de transición de Enrique Peña Nieto.

Por la tarde, Calderón comió con los miembros de su gabinete legal y ampliado, así como con un grupo de colaboradores, para lo cual se colocaron hasta tres carpas en los jardines de la residencia oficial. Este fue el último de todos los encuentros, antes de acudir a Palacio Nacional, donde ofreció una cena a los jefes de Estado y de gobierno que acuden a la transmisión de poderes.