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La peor crisis desde la llegada de Mursi al poder; eruditos islamitas se unen al descontento

Multitudinario rechazo en Egipto a la imposición de otra dictadura

Ya son tres los muertos tras varios días de protestas

Más de 300 detenidos sólo en El Cairo

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Entre gritos de Mubarak, dile a Mursi que después del trono sigue la cárcel, miles repudiaron ayer en la plaza Tahrir el decreto que amplía los poderes del presidente egipcioFoto Ap
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Manifestantes auxilian a un compañero herido durante enfrentamientos con la policía en la marcha contra Mohamed Mursi, ayer en El CairoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de noviembre de 2012, p. 32

El Cairo, 27 de noviembre. Con las consignas: el pueblo quiere la caída del régimen, la Hermandad Musulmana es mentirosa y no queremos otra dictadura, cientos de miles de egipcios se volcaron hoy a las calles de El Cairo, Alejandría, Suez, Minya y ciudades del delta del Nilo, en rechazo al decreto que aumentó considerablemente los poderes del presidente islamita Mohamed Mursi.

Unos 200 mil opositores protestaron en El Cairo, donde la policía lanzó gas lacrimógeno contra jóvenes que lanzaban piedras en calles aledañas a la plaza Tahrir, cerca de la embajada estadunidense.

Un manifestante de 52 años murió por la inhalación del gas y se convirtió en la tercera víctima mortal desde que Mursi anunció, la semana pasada, el decreto que amplía sus poderes.

La plaza Tahrir fue el centro de la revuelta que derrocó al presidente Hosni Mubarak en febrero de 2011.

Varios líderes de oposición, actores, abogados y periodistas se sumaron a la marcha. Algunos gritaban: Mubarak, dile a Mursi que después del trono sigue la cárcel.

La protesta convocada por grupos de izquierda, liberales y socialistas marca una escalada en la peor crisis desde la elección en junio del brazo político de la Hermandad Musulmana y expone las divisiones entre los islamitas en el poder y sus oponentes, según algunos analistas.

Varios manifestantes acamparon en la plaza Tahrir desde el pasado viernes.

El presidente empuja al pueblo a la desobediencia civil. “La Hermandad Musulmana roba la revolución, se leía en pancartas.

A modo de protesta contra las limitaciones que el presidente pone a la justicia, este martes, por tercer día consecutivo, algunos jueces no se presentaron a trabajar. Muchos abogados y periodistas se unieron a las protestas en la plaza Tahir. Algunas agencias de viajes cancelaron vuelos desde la capital egipcia a causa de los disturbios.

En varias provincias se llevaron a cabo actos contra la controvertida declaración constitucional de Mursi.

En la ciudad portuaria de Alejandría y en la ciudad industrial de All Mahalla hubo peleas callejeras entre islamitas favorables al presidente y opositores, en las cuales decenas de personas resultaron heridas.

También se realizaron protestas en las ciudades de Luxor, Assiut, Kena, Tanta, Al Arish, Bani Sueif y Suez, contra la declaración de Mursi, con la que se protege a sí mismo y a la Asamblea Constituyente dominada por los islamitas de la intervención de la justicia.

Algunos eruditos de la prestigiosa mezquita y Universidad Azhar se unieron a las manifestaciones, lo que demuestra que Mursi y a sus partidarios han alienado a algunos musulmanes más moderados.

El decreto anunciado el 22 de noviembre permite al presidente tomar cualquier decisión que juzgue necesaria para proteger la revolución, e impide que la justicia examine las demandas contra el proceso de redacción de la Constitución, que sus adversarios aseguran es dominado por islamitas.

El decreto –que según Mursi es de carácter temporal– lo enfrenta al Poder Judicial y consolidó a una oposición muy dividida que lo acusa de adoptar poderes dictatoriales, incrementando los temores de que los grupos islámicos extenderán su influencia, indicaron varios expertos.

Los partidarios de Mursi destacan que esos poderes excepcionales darán al mandatario los medios para realizar reformas indispensables y aseguran que cesarán una vez adoptada la nueva Constitución dentro de unos meses.

El vicepresidente del partido de la Hermandad Musulmana, Essam Arian, criticó a los medios que calificaron en los últimos días a Mursi de dictador o nuevo faraón. Además, se enojó con los organizadores de las protestas y lo que describió como resabios del viejo régimen que se interponen en el camino de la revolución.

No obstante las manifestaciones, el mandatario no tiene previsto modificar su controvertida posición. Así lo dijo la noche del lunes su vocero, Yassir Alí, tras una reunión del presidente con representantes del Máximo Consejo Judicial.

Human Rights Watch señaló que el texto le da más poder a Mursi del que tenía la junta militar a la que sucedió en el mando tras la caída de Mubarak.

El presidente de la comisión de asuntos exteriores del Parlamento Europeo, Elmar Brok, amenazó a Egipto con un recorte de la ayuda de la Unión Europea en caso de que Mursi insista con sus medidas. Si Mursi elige el camino a la dictadura, fluirá menos dinero, declaro Brok al diario alemán Frankfurter Rundschau.

EU sigue de cerca los acontecimientos

La vocera del estadunidense Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo que el gobierno de Barack Obama sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos en Egipto.

La situación es poco clara, declaró Nuland a la prensa, y agregó que Washington aún realiza consultas con varias partes para comprender cómo evalúan los hechos.

El Fondo Monetario Internacional indicó que un cambio importante en la política económica del país, que necesita relanzar su crecimiento, podría poner en duda el preacuerdo sobre un plan de ayuda de 4 mil 800 millones de dólares.

Durante las protestas, la policía egipcia detuvo en El Cairo a 348 personas, de las cuales 109 están en prisión preventiva, según el jefe de la policía Osama Saghir.

En las filas de las fuerzas del orden, que fueron atacadas a pedradas, hay 216 heridos desde el lunes. Manifestantes incendiarion unos 22 vehículos de la policía.