Exigen aclarar el adulterio que llevó a la dimisión del jefe de la CIA
Martes 13 de noviembre de 2012, p. 23
Washington, 12 de noviembre. La clase política estadunidense, preocupada por posibles daños a la seguridad nacional, exigió hoy aclaraciones sobre el caso de adulterio que llevó a la inesperada renuncia del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), David Petraeus, tres días después de la relección del presidente Barack Obama.
En su edición del lunes, el diario The New York Times informó que altos mandos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y del Departamento de Justicia estaban al tanto del caso desde el verano pasado, pero no informaron a nadie fuera de su círculo hasta la semana pasada, cuando dimitió el general.
Petraeus, al frente de la CIA desde hace poco más de un año, presentó el pasado jueves su renuncia a Obama, quien la aceptó al día siguiente.
Representantes del Congreso tienen previsto reunirse este martes con mandos de la CIA y la FBI para que les comuniquen los detalles de la investigación y su impacto o daño potencial a la seguridad nacional.
La dimisión de Petraeus ocurrió tras una serie de correos electrónicos amenazantes
enviados por Paula Broadwell, la presunta amante de Petraeus, a Jill Kelley, a quien habría considerado una rival.
The New York Post citó a un oficial del gobierno que señaló que los correos de acoso
enviados por Broadwell a Kelley incluían frases como: sé lo que hiciste
, vete
, aléjate de mi hombre
. La mujer envió los mensajes utilizando el correo electrónico de Gmail del propio Petraeus, hecho que fue descubierto por la FBI, informó la prensa estadunidense.
Kelley, mujer casada, señaló en un comunicado que es amiga
de Petraeus y negó que tuviera alguna relación amorosa con él.
Al sugerir la existencia de una conspiración, los republicanos recordaron que el ex director de la CIA debe responder el próximo jueves ante los legisladores sobre el ataque el pasado 11 de septiembre contra el consulado estadunidense en Libia en el que murió el embajador Christopher Stephens y otros tres ciudadanos estadunidenses.
Petraeus conducía sus propias indagaciones sobre este incidente en la ciudad de Bengasi, por lo que líderes del Congreso planean someterlo a una sesión de preguntas.
Si el alto jefe militar retirado no testifica esta misma semana, tendría que hacerlo en condición de civil y ya las prerrogativas de interacción para los legisladores no serían las mismas, comentaron analistas.