Antes de concluir esta semana cuando la Federación Mexicana de Natación anunciará si logró convencer a Salvador Sobrino –radicado en Australia desde hace 17 años– para que regrese al país como entrenador, comentó el titular del organismo, Kiril Todorov, y el propio preparador, quienes tienen las mejores intenciones de llegar a un acuerdo conveniente para ambas partes.

Después de la inauguración de Segunda reunión de entrenadores de clavados en Tlalnepantla, estado de México, el dirigente reconoció que en las disciplinas que incluye la organización a su cargo –clavados, clavados de altura, natación, nado sincronizado, polo acuático y natación en aguas abiertas– se trabaja apoyados en la ciencia y tecnología en otras naciones, por lo que aquí se buscará hacerlo a la brevedad posible.

En su oportunidad, Sobrino indicó que sería ideal volver a México, pero debe pensarlo muy bien porque su esposa tiene un trabajo de alto nivel directivo en Australia, además de que los entrenadores nacionales deben aceptarlo como asesor, sin olvidar lo económico, que si bien no es determinante, es un asunto que no debe menospreciarse.

Experto en asuntos tecnológicos, al aplicarlos desde hace varios años en Australia, Sobrino comentó que ese es uno de los eslabones que le urge a nuestro país agregar para tener la cadena completa en la preparación de los competidores, como ya se hace en muchas otras naciones, por lo que en cuanto puedan agregarse, sin ninguna duda la mejoría en el nivel de los atletas mexicanos será exponencial.

De su lado, el ex clavadista y ahora director del Instituto Mexiquense de Cultura Física y Deporte, Jesús Mena, expuso que es importante que el país se mantenga a la vanguardia en la preparación de ésta y otras disciplinas deportivas, por lo que invitó a los 32 entrenadores extranjeros a compartir sus mejores planteamientos y a los 66 nacionales a aprovechar la máximo las experiencias para incrementar la calidad de los deportistas nacionales.

El vicepresidente de la especialidad, Alberto Acosta, hizo hincapié en la nueva modalidad aprobada por la FINA de clavados de altura (High diving), porque es una competencia que va más allá de la espectacularidad de la ejecución en sí misma, además de que abre al país amplias posibilidad de ganar más medallas en Juegos Panamericanos y, porqué no, en Río de Janeiro 2016, en caso de que se incluya en el calendario oficial del ciclo olímpico.