Espectáculos
Ver día anteriorMiércoles 7 de noviembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La primera película está dirigida por Yulene Olaizola; la segunda, por Pablo Delgado

Fogo y Las lágrimas buscan ser el mejor largometraje en Morelia

Trato de mostrar la belleza del paisaje y el sentimiento de pertenencia de esa isla del Altántico norte, afirma la realizadora

En mi cinta involucré temas de juventud y de la niñez, dice el cineasta

Foto
Claudette Maillé en un fotograma de Las lágrimas
Enviado
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de noviembre de 2012, p. 9

Morelia, Mich., 6 de noviembre. Ayer en la competencia de largometraje mexicano del Festival Internacional de Cine de Morelia se presentaron las cintas Fogo, de Yulene Olaizola, y Las lágrimas, de Pablo Delgado Sánchez.

La primera, como señaló la directora, transmite una situación universal que se vive en la isla de Fogo, la cual no es muy distinta a la de otras partes del mundo. Por ejemplo, cuando la presenté en Japón me comentaron que les era muy cercana porque muchas personas habían tenido que abandonar su lugares de origen por no tener oportunidades de trabajo.

La segunda, en opinión de Delgado Sánchez, a la hora de filmarla salieron todos mis demonios y quería hacer algo que involucrara los temas de juventud y niñez. Realmente no podría especificar cómo o de dónde surgió la historia; el proceso de pensarla y bajarla a papel fue muy natural.

Fogo, protagonizada por Norman Foley, Ron Broders y Joseph Dywer, aborda el deterioro de la pequeña comunidad de la isla que lleva ese nombre (ubicada en el Atlántico Norte), lo que obliga a los habitantes a abandonarla y reubicarse. Los lugares antes habitados ahora forman parte del paisaje de la tundra. A pesar de que que no hay futuro, algunos residentes deciden quedarse, aferrándose a sus recuerdos y añorando cuando la vida en ese sitio era distinta.

Proceso

Escrita por Rubén Imaz, Diego García y “por mí, Fogo es una película que realicé durante el programa de residencias artísticas de The Fogo Island Arts Corporation, que se inició en 2011. Invitan a los artistas a vivir en la isla durante tres meses aproximadamente para desarrollar algún proyecto. Yo viajé a la isla en septiembre de 2011 con la intención de hacer una película en la que pudiera trabajar con actores no profesionales, habitantes de la isla; sin embargo, no tenía idea de qué tipo de proyecto sería, ya que no conocía el lugar. Durante los primeros dos meses de mi estancia ahí me dediqué a investigar acerca del lugar y sobre todo a conocer gente. Fue así como conocí a Norman Foley, Ron Broders y Little Joe, quienes protagonizan el filme”, dijo la realizadora.

Mi intención era rescatar y compartir aquellas cosas que llamaron más mi atención sobre el lugar y sus habitantes. Traté de hacer una película que mostrara la belleza y rareza del paisaje, que resaltara el sentimiento de pertenencia de sus habitantes. Buscaba también retratar un estilo de vida, un ritmo y una atmósfera propias del lugar.

Olaizola (Paraísos artificiales, 2011, y el documental Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo, 2008) agregó: Desde antes de viajar a Fogo tenía la idea de trabajar con Diego García (fotógrafo); a pesar de ser mi compañero de la carrera de cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), nunca habíamos trabajado juntos, pero yo sabía que tenía la sensibilidad adecuada para este proyecto. Diego y yo somos todo el equipo de rodaje. Para la posproducción trabajé con colegas que admiro y con los que había colaborado antes, como Rubén Imaz, en la edición, y José Miguel Enríquez y Pablo Fernández en el diseño sonoro.

Acerca del reto de hacer Fogo, Olaizola mencionó: Fue filmar en un clima inclemente y que cambia constantemente; trabajar sin un guión, sin producción y sin recursos económicos; filmar entre dos personas, y trabajar en un idioma que no es el de uno.

Por otro lado, Las lágrimas, protagonizada por Fernando Álvarez Rebeil, Gabriel Santoyo Navidad y Claudette Maillé, narra la historia de los hermanos Fernando y Gabriel, quienes viven en un hogar fracturado. El enojo y la tristeza que inundan la casa los obliga a escapar por un fin de semana a un bosque. Ahí, Gabriel será testigo de la autodestrucción de su hermano mayor.

Pablo Delgado Sánchez dijo: Es mi proyecto de titulación del CCC. A lo largo de la carrera pude involucrarme con personas muy talentosas que estaban dispuestas a comprometerse con mis historias; gran parte del equipo está integrado por ellas, pero hay otras con las que trabajé por primera vez y afortunadamente fue el mismo compromiso. Fue un rodaje en el que todos hacíamos nuestro trabajo con mucha concentración y muy buen humor.

Agregó que “simplemente el hecho de aventarse a hacer una película ya es un reto suficientemente grande. En el caso particular de Las lágrimas lo más complicado, pero también lo que más disfruté, fue filmarla sin un guión tradicional, lo cual me exigió encontrar las dinámicas correctas para que toma por toma lográramos contar la historia que queríamos. En ese aspecto fue un placer trabajar con Fer, Gabriel y Claudette, quienes desde el principio se encontraron con sus personajes y lo transmitieron en la filmación”.

Sobre su futuro inmediato como cineasta, Pablo Delgado Sánchez dijo: Me interesa seguir explorando el universo de la familia por medio de historias mínimas, con los pequeños acontecimientos y dramas del día a día. Me gusta la sencillez y cotidianidad en el cine, siento que es un puente menos largo entre el director y los espectadores.