La cinta de Daniel Castro inauguró la competencia de largometraje mexicano en Morelia
es una metáfora de la existenciafilmada en Wirikuta
Consideramos al desierto como un compañero de filmación, afirma Brontis Jodorowsky
Rodamos con todo respeto a la cosmovisión del pueblo huichol, enfatiza el realizador
Lunes 5 de noviembre de 2012, p. a13
Morelia, Mich., 4 de noviembre. Tau, dirigida por Daniel Castro y protagonizada por Brontis Jodorowsky, Mariana González y Julio Cruz, fue la cinta inaugural de la competencia de largometraje mexicano en el Festival Internacional de Cine de Morelia.
En rueda de prensa, a pregunta de La Jornada sobre el tema de la película, el realizador respondió: “Habla de la pérdida, de un círculo del que el personaje no puede salir; se la pasa dando vueltas y vueltas. Eso lo entedí en la edición de la cinta, que era un círculo y está representado de distintas maneras: en la serpiente que se está devorando a sí misma, en el peyote y en la forma del sol (tau significa sol en huichol). Además, aborda cómo el personaje llega a un punto y regresa al mismo lugar, es un círculo que se transforma en una eterna espiral”.
Dijo que otra de las cosas importantes de la cinta es la consigna final, porque Wirikuta se encuentra muy amenazada por las empresas mineras y estoy convencido de que es un lugar sagrado, lo cual se siente cuando uno está ahí; es importantísima su preservación
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Tau aborda la historia del biólogo Gustavo, quien viaja al desierto de Wirikuta en busca de plantas para su estudio. Su estancia está rodeada de extraños acontecimientos hasta que una noche es atacado y pierde todas sus pertenencias. Cuando parece que todo está perdido, Ana, su esposa muerta años atrás, aparece. Lo que empieza como una alucinación se convierte poco a poco en realidad. Gustavo confrontará su pasado y presente con la ayuda de un viejo huichol que vive en el desierto.
Por medio de la repetición se puede llegar a un cambio o a una transformación, se le pregunta al director.
Castro contestó: Creo que sí, el chiste es estar; cuando uno da vueltas y no puede salir de ese círculo en el que se sumerge, es como estar perdido internamente y uno se la pasa dando vueltas hasta que encuentra salida
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El actor Brontis Jodorowsky intervino: Es una metáfora de nuestra existencia. Durante nuestra vida protagonizamos ciertas cosas, que repetimos cíclicamente... lo que me interesó mucho de esta película es la presencia del huichol y que no hayan sido traducidas sus palabras, porque el protagonista entra al desierto tratando de despojarse de su esquema mental, estudia los cactos y la naturaleza cuando esa no es la solución, sino reventar la mente, cosa que logra cuando se encuentra al huichol, quien lo saca de ese plano
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Castro retomó la palabra y mencionó: Filmar en el desierto fue una experiencia increíble y lo tratamos con todo el respeto del mundo, tomando en cuenta la cosmovisión del pueblo huichol... la cosa de la luz fue importante, porque la apuesta fue no utilizar ningún foco: toda la película está hecha con la luz del sol para interpretar al desierto; de hecho, hicimos una ceremonia para pedir permiso al desierto de filmar ahí
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Brontis agregó: “Consideramos al desierto uno de nuestros compañeros de filmación; no podemos traducir el trabajo ahí, pero todos sabemos que tuvimos la experiencia de estar en un territorio muy especial que nos permitió filmar esta historia; no fuimos el típico crew que llega a devastar la zona y a tirar basura”.
–¿Qué tanto libera o esclaviza el consumo de peyote según la idea del chamán don Juan Matus?
Castro agregó: El consumo de peyote en esta película es una liberación; es el método para salir y dar el siguiente paso; para mí es una planta medicinal y mística que todo ser humano tendría que consumir una vez en la vida, pero siempre con la gente indicada, sin devastar ni cortar, con respeto
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Intervino nuevamente Jodorowsky: La única palabra en español que dice el gurú huichol es medicina. La experiencia de comer peyote no sirve de nada, los importante es cómo se hace y con quién; en ese desierto, durante la filmación, nos encontramos a jóvenes que nos preguntaron si veníamos a buscar peyote, se veía que habían tenido una experiencia muy agradable, pero solos
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