Con sones veracruzanos, boleros, danzones y norteñas, el cantautor Óscar Chávez consintió a los miles que se congregaron la noche del viernes pasado en el Zócalo capitalino, durante el cierre de los festejos por el Día de Muertos, que organizó el gobierno del Distrito Federal.

Con una sonrisa, el trovador que se ha convertido en icono de la música latinoamericana, subió al escenario adornado con cempasúchiles y papel picado multicolor en punto de las 21 horas para dar inicio el recital con el tema No salgas, niña, a la calle.

Luego de agradecer el acompañamiento del Trío Los Morales, Óscar Chávez anunció el cambio de género musical: Nos vamos a trasladar al norte, y comenzaron los acordes de Margarita, Margarita; algunas parejas se animaron a bailar.

Pese al frío y del ruidoso sonido de las motocicletas que circulaban por el lugar, Chávez continuó con Dos gotas de agua azul, Si la muerte me la dieras tú y el viejo son veracruzano La habanera, que el público agradeció con aplausos.

Ésta la conocen y si no es así sería una pena, dijo el trovador antes de interpretar La bruja, a la que siguió el son jarocho El pájaro Cu, que dio pauta para que el público disfrutara de un sólo del arpa que se prolongó por más de 10 minutos, entre otras.

Óscar Chávez cerró la serie de conciertos gratuitos organizados por el gobierno del Distrito Federal para celebrar el tradicional Día de Muertos.