Domingo 4 de noviembre de 2012, p. a20
Con el eje conductor de la natación como una de las formas de entender el mundo, la novela Los nadadores esboza en sus páginas la vida del personaje Jonás como una urdimbre de los acontecimientos naturales que el ser humano enfrenta en su periplo vital, desde la relación con sus padres, con sus amigos y conocidos, e incluso el rompimiento amoroso.
Sin embargo, la obra escrita por el narrador español Joaquín Pérez Azaústre extiende el tema y se erige en una reflexión existencial en torno a las relaciones personales en general, en vistas a la desaparición de varias personas del entorno del protagonista de la novela.
Preguntarse sobre ésta y sobre el sentido de la permanencia y los vínculos permiten adentrarnos en el examen de la cotidianidad y los grandes temas que en ocasiones son velados por ella.
Para Jonás, fotógrafo y por ello acostumbrado a la mirada y a captar su realidad, nadar es un espacio propicio, una zona de confort y seguridad, el lugar inmutable mientras las personas, los años, el éxito y las experiencias vienen y pasan.
Los nadadores elabora un detallado recuento de las ausencias. Mientras las personas desaparecen inexplicablemente y el personaje es atrapado por el miedo a que él mismo se esfume, como ocurrió con su madre.
De esencia perturbadora, esta narración ofrece un paisaje tras el derribo de las explicaciones totalizadoras del mundo y de la falta de orientaciones absolutas en torno a la misma existencia y su finalidad.
Título: Los nadadores
Autor: Joaquín Pérez Azaústre
Editorial: Anagrama
Número de páginas: 237
Precio de lista: 307.50 pesos