Óscar Molina aún sueña con el combate que lo dejó fuera de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 ante el canadiense Custio Clayton. No era un boxeador inesperado porque ya lo había vencido en los Juegos Panamericanos, pero esa vez no era su día, admite el joven nacido en Los Ángeles, California, pero criado con apego a su raíz mexicana.

Todo salió torcido esa noche, en la que la esquina le gritaba indicaciones que él nunca obedeció. Salió a hacer lo que quiso y le costó cara la insubordinación. Trataba de conectar con desesperación sin conseguirlo, mientras el rival marcaba puntos. Todo salió mal, recuerda el peleador.

Cuando evoca ese combate menea la cabeza como para negar lo ocurrido el domingo 29 de julio en Londres. Repasa todo lo que hizo, pero también lo que dejó de hacer y se lamenta. Esa derrota lo persigue desde entonces en sus pensamientos, pero también le sirvió para enfrentar la realidad: su sueño de ser medallista olímpico se había frustrado. Con 22 años de edad esperar otro ciclo olímpico resultaba descabellado y sin muchas posibilidades de éxito.

La salida para un pugilista amateur que quiere permanecer en este deporte es el mundo profesional y Molina siempre tuvo claro que su carrera desembocaría en el boxeo de paga.

Me di cuenta que ya no tenía nada que aportar ni nada que conseguir en el amateur, así que me despedí en Londres para iniciar mi camino profesional, donde siempre quise estar, cuenta durante una visita a la ciudad de México para anunciar su debut el 24 de noviembre en Ciudad Juárez.

Lo supo desde pequeño, en el lado Este de Los Ángeles, donde nació y creció con su padre, ex boxeador nacido en Chihuahua, y su madre, oriunda de Jalisco. Por eso siempre se ha sentido mexicano. Durante su carrera como amateur representó a nuestro país y ahora como boxeador profesional asegura que mantendrá su identidad sobre el cuadrilátero.

Quiero hacer historia, ser campeón mundial para México, dice el joven quien durante cuatro años vivió fuera de su barrio por estar concentrado en el Comité Olímpico Mexicano.

Me identifico más con Julio César Chávez que con Óscar de la Hoya. Seré campeón mexicano no méxico-estadunidense, agrega.

Su debut será especial por varias razones. La primera, porque será en México y la segunda porque será en Ciudad Juárez, donde hace tiempo no había una función de boxeo, pero la más importante, comparte, es que ahí debutó su padre como boxeador.