José Sarukhán Kermez, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que una secretaría de ciencia, tecnología e innovación no resolvería nada si no incorpora también la educación superior.

La tradición en México indica que lo único que ocurre es que se burocratiza todo. Si va a haber algo nuevo en ese sentido, debería ser una secretaría que una a la educación superior con la investigación, indicó el miembro titular y también ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

Sarukhán –rector de la UNAM de 1989 a 1997– añadió que la existencia de dicha secretaría sin una percepción del Estado de que la función de la investigación no sólo es ciencia, y verla en su sentido más amplio, es un aspecto central para tener herramientas que puedan cambiar al país.

Respecto del documento Hacia una agenda nacional en ciencia, tecnología e innovación, que José Narro, actual rector de la UNAM, presentó a los representantes de los tres Poderes de la Unión, Sarukhán consideró que contiene planteamientos que se han expuesto por décadas, aunque también hay algunas propuestas nuevas.

En la medida en que la sociedad y los gobiernos no entiendan que la forma de cambiar al país es con la generación de inteligencia, con conocimientos para entender los problemas y resolverlos, poco podremos avanzar, consideró el biólogo.

Podemos hablar de muchos porcentajes presupuestales y cosas de este tipo que no van a servir de nada. En la medida en que no se conciba la importancia de generar esa inteligencia, se ddestinen los recursos para hacerlo y se disponga de los medidores para que ocurra, creo que esto no va a cambiar casi nada al país, agregó.

Sarukhán consideró que el usuario más importante de esa inteligencia, de la información que se ofrece por medio de los resultados de la investigación es el Estado, usuario extremadamente pobre de ese cúmulo de datos que se produce en el país.

Por ello, estimó que una secretaría de educación superior y de investigación, podría asumir gran cantidad de funciones que hoy tiene el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) tiene, sin necesidad de ello.

En su opinión, dicho organismo debería ser únicamente una especie de coordinador nacional de los esfuerzos de ciencia, y desempeñar esa tarea con un grupo muy pequeño de personal, pero de muy alto nivel.

Hablo de un Conacyt chiquito y creo que ésa es la manera en que podría funcionar mejor: quitarle los centros de investigación y hacer un sistema que podría estar dentro de la secretaría a la que me refiero y dejar a ésta la función que no hace ese consejo, que es el estímulo y la coordinación del desarrollo de la investigación y la tecnología. Los aparatos que teníamos para esto no están funcionando en México, concluyó José Sarukhán.