La influencia del arte prehispánico es una presencia constante en el trbajo del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, según afirmó ayer el creador, quien a sus 93 años, cumplidos el pasado 16 de abril, se mantiene en activo con diversos proyectos.

El más reciente es el de la exposición Pedro Ramírez Vázquez: escultor, que desde este miércoles se exhibe en el Museo Nacional de Antropología como un homenaje del recinto a quien se encargó de diseñarlo hace medio siglo.

Abierta el público hasta el 11 de noviembre, en el área denominada Balcón mexica, la muestra da cuenta de una faceta íntima, poco conocida del maestro, uno de los grandes artífices de la arquitectura mexicana contemporánea y genio universal, como lo definió su amigo, el escultor Sebastián.

Se trata, precisamente, de su quehacer dentro del arte escultórico, con una selección de 40 piezas en plata y vidrio, en las cuales Ramírez Vázquez ofrece una lectura contemporánea del arte desarrollado por diversas culturas prehispánicas.

Es un tributo a los grandes maestros anónimos del México antiguo, que son la simiente de la potencia cultural de nuestro país, definió el reconocido arquitecto, quien precisó que dichas piezas podrían interpretarse como una manifestación futurista de la expresión pétrea de los antiguos escultores prehispánicos.

Estética contundente

En opinión de Ramírez Vázquez, el arte de los pueblos mesoamericanos posee una fuerza estética contundente y genial, tal vez derivada de su búsqueda por interpretar la naturaleza y su ciclo. Es como el principio generador de todo lo posible.

Al respecto, el creador del estadio Azteca, la nueva Basílica de Guadalupe y los museos Nacional de Antropología, de Arte Moderno, de la Ciudad de México y del Templo Mayor, entre otras construcciones paradigmáticas del país, reconoció la trascendental importancia de las culturas ancestrales mexicanas en su quehacer.

Es obvia la influencia que ha tenido en mi vida la presencia constante del arte prehispánico, destacó Pedro Ramírez Vázquez en breve entrevista, durante la cual precisó asimismo que las esculturas de la muestra están inspiradas en piezas del acervo del Museo Nacional de Antropología.

El arquitecto en el recinto cultural de Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec, donde recibe un homenaje con su exposición Pedro Ramírez Vázquez: escultor Foto Ángel Vargas

De tal forma, en la exposición pueden encontrarse lecturas contemporáneas del monolito de Coyolxauhqui, máscaras teotihuacanas, la serpiente emplumada, cráneos y hachas, entre obras maestras del arte antiguo mexicano

Comencé a trabajar en mis esculturas desde 1960, cuando se inauguró el museo. Desde entonces (lo prehispánico) ha sido una presencia constante, una gran influencia, destacó.

Decidí utilizar el cristal y la plata porque son materiales que ponen a la vista todos los valores del artista prehispánico y permiten explotar la belleza de las piezas originales.

Inquirido al respecto, el arquitecto-escultor aceptó que le gustaría que algunas de esas obras –las cuales son parte de su línea personal en la empresa D’Argenta– pudieran quedarse en el recinto de Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec, para ser exhibidas de forma permanente.

Así, tales creaciones se sumarían a las que se encuentran en otros espacios museísticos del mundo, entre ellos el Olímpico de Laussana, en Suiza; del Esquí, en Noruega; Amparo, en Puebla; de la Muerte, en Aguascalientes, y del Vidrio, en Monterrey.

Genio viviente

Durante la apertura de Pedro Ramírez Vázquez: escultor, el nonagenario artista dejó ver su magnífico estado físico, buen ánimo y envidiable lucidez.

En un breve discurso, se dijo muy emocionado y al mismo tiempo agradecido con el mencionado recinto por tener la oportunidad de presentar ahora esta serie de obras que no había podido ser exhibida en conjunto. Es muy emocionante verlas aquí (las esculturas) con la presencia de todos ustedes.

Por su parte, el escultor Sebastián lo describió como un genio viviente de la arquitectura universal, mientras el publicista Carlos Alazraki ensalzó el admirable vigor y la gran capacidad del maestro para, a los 93 años, continuar dando muestras de su genio y talento. Sigues creando porque en tu persona yace la creatividad; creas todos los días, le dijo.